Hace décadas, muchos pensaban que en el año en el que nos encontramos, la tecnología habría logrado que los coches fuesen voladores, o que enfermedades como el cáncer o el VIH tuvieran una cura. Desgraciadamente, los avances en esos campos aún no han superado las expectativas que tenía la población de occidente allá en los inicios y mediados del pasado siglo XX.

Pero en cambio, si la población mundial de hoy en día le pudiera decir a esas personas que a día de hoy el dinero no es físico, que podemos comunicarnos con personas que se encuentran a miles de kilómetros de forma instantánea, o que podríamos tener conversaciones fluidas con una Inteligencia Artificial que incluso nos puede solucionar problemas escolares, laborales y hasta personales, muy probablemente nos tomarían por locos.

Y tampoco hace falta remontarse muy atrás para encontrarnos a nosotros mismos en ese grupo de personas que mostrarían incrédulas con todo lo que hoy tiene el ser humano a su servicio, y que también puede suponer en ocasiones un peligro, según el uso que se le dé. Las criptomonedas son un claro ejemplo de lo que antes parecía imposible y que hoy en día está a la orden del día.

Es importante comenzar explicando que una criptomoneda no es otra cosa que un tipo de divisa digital que utiliza la criptografía para asegurar las transacciones.  Una de las más conocidas es ‘Bitcoin’ pero la que está más de moda recibe el nombre de ‘WorldCoin’, otra criptomoneda en este caso biométrica que funciona mediante el reconocimiento de iris. Antes de adentrarnos en materia, importante cabe destacar que esta criptomoneda ha sido desarrollada por el director ejecutivo de Open AI, Sam Altman. Para que quede claro, Altman creó OpenAI, una empresa de despliegue de inteligencia artificial cuyo proyecto más destacado es ChatGPT y que Altman fundó junto a personas como Ilya Sutskever, Greg Brockman y… Elon Musk, el actual dueño de X, la anterior red conocida como Twitter.

‘WorldCoin’ está desarrollada por ‘Tools for Humanity’ (herramientas para la humanidad) en castellano, una empresa que se encarga de construir un sistema biométrico global basado en el iris de las personas.

Desarrollo y expansión

Lo cierto es que la criptomoneda biométrica ‘WorldCoin’ no ha dejado de crecer y expandirse a nivel global. Cada vez más personas han adquirido un paquete de ésta a cambio de entregar sus datos biométricos. ElPlural.com ha podido hablar con Nacho García Egea, Global CISO de BeDisruptive y experto en ciberseguridad y nuevas tecnologías. Egea ha explicado la forma en la que ‘Tools for Humanity’ ha conseguido desarrollar su criptomoneda, ‘WorldCoin’.

‘WorldCoin’ crece gracias a que desde la empresa que la desarrolla entrega paquetes de su cripto, a personas que a cambio entregan su iris, que no es otra cosa que la entrega de datos de “carácter alto, un dato biométrico”, relata García Egea. El experto también señala que “la identificación comenzó mediante la huella dactilar, después con el reconocimiento facial”, ha asegurado. Realmente, con esta polémica identificación, dice el experto “no damos nuestro iris, sino que a raíz de nuestro iris generan un código que llamado ‘hash’”. Ese ‘hash’ al que se refiere García Egea es un código de letras y números y es realmente el dato que la persona entrega cuando se deja escanear el iris de su ojo.

¿Qué hace la multinacional con ese código obtenido?

El propio experto consultado por este medio se hace eco de la versión oficial que entrega la empresa que desarrolla la criptomoneda: “Su discurso inicial es que lo utilizan para identificar a la persona en un entorno digital”, explica, “crear una especie de pasaporte digital para que luego el usuario pueda utilizarlo en todas las aplicaciones y poder diferenciarse de un humano creado con Inteligencia artificial”, dicen desde la empresa, pero Egea alerta de que esto va más allá y se puede llegar a hacer “identificaciones de cualquier persona del mundo con múltiples usos, como tener detectores de iris en los aeropuertos”.

Por tanto, es probable que el beneficio de la empresa sea, de forma indirecta, la venta de estos datos obtenidos mediante el escaneo del iris, a terceros, “dispondrían de una base de datos gigantesca con el que identificar a las personas una vez se escanee el iris y corresponda con el código ‘hash’”, asegura.

Consecuencias a futuro

Hoy por hoy, es prácticamente imposible conocer cuáles son las consecuencias inmediatas de vender nuestros datos biométricos pero el experto consultado por ElPlural.com asegura que “estamos entrando en el control de la población”, y es que estos datos no estarían tan solo en nuestro país, sino que al ser algo global, nuestros datos podrían ser utilizados por los países que lo consideren, teniendo en cuenta que cada uno de ellos tiene una legislación y uso de los datos diferente. Egea ha puesto el ejemplo de China: “Si China compra esta base de datos podría ejercer tanto un control de identificación digital como física. Actualmente la tecnología permite solamente que para escanear un iris tengamos que estar cerca, pero nadie nos dice que, dentro de cinco años, con un láser a cierta distancia no puedan identificarnos”, asegura García Egea.

Doble beneficio para la multinacional

La multinacional que está desarrollando esta criptomoneda no está generando beneficio tan solo de la obtención de datos biométricos de millones de personas de todo el mundo para después venderlos a terceros. El ‘quid’ de la cuestión no radica tanto en la venta del iris, sino en el pago que recibe esta persona con ‘WorldCoin’. El hecho de que cada vez más personas se hagan con un porcentaje, pequeño de forma individual, de esta criptomoneda, hace que se revalorice exponencialmente en el mercado. Es aquí donde reside realmente el beneficio de la empresa liderada por Sam Altman. Es un negocio redondo, crean un banco de datos mundial prácticamente a precio 0 y su criptomoneda se posiciona como de las más valiosas a nivel mundial. Doble victoria para uno de los fundadores del famoso ChatGPT.

España, la aldea gala de WorldCoin

Fue hace semanas cuando en España, al igual que en otros países del mundo, cuando WorldCoin se instaló en nuestro país y comenzó a tomar los datos biométricos de las personas que voluntariamente acudían a estos puestos, que generalmente se encontraban en los centros comerciales y que casualmente recibían clientes en una situación económica y laboralmente hablando, precaria, en zonas obreras de las principales ciudades de nuestro país. ‘Tools for Humanity’ tan solo pudo operar en España durante unas pocas semanas, porque desde el pasado 6 de marzo, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) decidió bloquear a ‘WorldCoin’ en España, por primera vez activando el artículo 66 del Reglamento Europeo de Protección de Datos. Desde la agencia explicaron que la plataforma incumple con el reglamento europeo, como por ejemplo la falta de información al dar el consentimiento o la posibilidad de eliminar los datos. Entre los riesgos se encuentran, dicen desde la AEDP el de la propia identidad, donde un tercero podría llegar a suplantar la identidad de la persona, la intimidad e incluso el riesgo social, donde se podrían crear sistemas de identificación que puedan derivar en discriminaciones, aseguran desde la agencia española, algo que también contó en declaraciones a este medio el experto en ciberseguridad, Nacho García Egea.

La empresa se defiende

Desde ‘WorldCoin’ la respuesta no se hizo esperar, rechazaron el bloqueo cautelar de la AEDP, que tan solo será de tres meses, y anunciaron al momento que pondrían en marcha una demanda. ElPlural.es ha podido hablar con el responsable de ‘Tools For Humanity’ en Europa, Ricardo Macieira, quien, como portavoz de la empresa, ha asegurado a nuestro medio que “WorldCoin no pretende saber quién es alguien, sólo que es un ser humano único”, además, preguntado por qué hará la empresa con los datos biométricos que obtienen cuando una persona escanea su iris, Macieira asegura que “WorldCoin está implementando la Custodia personal. La información generada en el Orb para la verificación World ID, una vez se ha transferido se elimina automáticamente”, comenta desde la empresa.

En cuanto a la suspensión cautelar por parte de la AEDP, Macieira destaca que ‘WorldCoin’ opera legalmente en todos los lugares en los que está disponible y pone en valor “la estrecha supervisión” a la que está sometida la criptomoneda por parte de la autoridad de protección de datos de Baviera, la encargada de la supervisión del cumplimiento por parte de ‘WorldCoin de la GDPR en toda la UE.

Además, hacen especial hincapié en que ‘WorldCoin’ no compra ni intercambia dinero por datos biométricos. Macieira se esfuerza en explicar a este medio que el escaneo del iris solo se utiliza para verificar “completamente” la identidad de la persona, “es una herramienta para verificar la humanidad en línea en la era de la IA”, insisten desde la multinacional, tal y como dijo a este medio el experto en ciberseguridad Nacho García Egea.

Otra de las preocupaciones de muchos expertos y también de la AEDP, es el tratamiento de los datos biométricos d ellos clientes. Desde ‘WorldCoin’ nos insisten en que “ya no almacenará los datos biométricos de sus clientes en la nube ni en los servidores de la empresa”, respondiendo a la preocupación de la sociedad ante un hipotético ataque de ciberdelincuentes a su base de datos.

Recorrido legal

Tras el bloqueo cautelar a la labor de WorldCoin en España por parte de la AEDP y la posterior demanda de la empresa, todo apunta a que esta situación, hasta que exista una legislación firme, se decidirá en los juzgados. Para conocer el recorrido legal que esta empresa puede tener en nuestro país una vez se ha paralizado su actividad, desde ElPlural.com hemos hablado con Elena Gil (@techandlaw.lab), abogada divulgadora de Derecho Digital. Una vez llegados a este punto de bloqueo entre la empresa y la agencia de protección de datos, Gil asegura que, desde la agencia, lo que se está haciendo es investigar los posibles incumplimientos de la multinacional. Una decisión que es pionera en España, pero que según la abogada Elena Gil, “consta que en otros países se han podido enviar a ‘WorldCoin’ requerimientos de información sobre asuntos que preocupen a las autoridades de cada país”.

No parece que exista una solución clara a corto plazo. El encaje en España depende del Reglamento de Protección de datos que se aplica en la UE, y al que la AEPD se ampara para la suspensión cautelar, pero teniendo en cuenta que en otros países que se rigen por el mismo reglamento todavía, es probable que WorldCoin pueda continuar realizando su actividad en un futuro. Según Elena Gil, en España, una de las razones de la suspensión es “la recogida de iris de menores de edad”, asegura, ya que por debajo de los 14 años no pueden otorgar su consentimiento por sí mismos.

¿Impunidad legal?

Las incógnitas aún están sobre la mesa. “Una vez las autoridades resuelvan las incógnitas, serán las que decidan si esto vulnera la protección de datos”, asegura Gil. “En caso de que todo sea correcto, deben volver a operar. En caso de incumplimientos, se pueden enfrentar a sanciones económicas”, asegura la abogada divulgadora de Derecho Digital. En caso de enfrentarse a multas, esas sanciones irán “en función del ingreso de la entidad, pero la organización que está tras ‘WorldCoin’ actualmente no tiene ánimo de lucro”, recuerda Elena Gil.

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