Saludos nazis, esvásticas y gritos de ‘Sieg Heil, Sieg Heil’ en las entrañas de la sala Caracol de Madrid. Así se desarrolló el concierto de grupos neonazis en el recinto. Las cámaras de seguridad del local pudieron probar los hechos y contemplaban cómo escondieron la simbología nazi bajo los abrigos.

Cuando comenzó el concierto, los primeros saludos nazis comenzaron a verse en el interior de la sala. Era demasiado tarde para frenarlo, incluso por recomendación policial. “Se nos apretó el culo a todos. Lo que queríamos es que el evento acabara cuanto antes y evitar, así, cualquier tipo de conflicto”, reconoce el jefe de Caracol ante las cámaras de laSexta. La cadena de Atresmedia ha publicado las imágenes del polémico concierto.

La controversia arrancó con unos emails en los que los promotores del concierto pedían una fecha para una fiesta privada con un grupo totalmente diferente: Valholl Dum. Se trataba de un conjunto de heavy metal, una argucia para camuflar a los neonazis.

Miramos que la banda existe, miramos vídeos de ellos en Youtube y era una banda de metal”, explicaba el jefe de la sala Caracol a laSexta. El engaño persistió hasta instantes previos al espectáculo. De hecho, incluso mandaron figurantes a las pruebas de sonido. “Tenían el pelo largo, la indumentaria no nos hacía sospechar nada”, relata.

Lo mismo ocurrió en la sala Heineken de Madrid. A los dueños les dijeron que tocaba un grupo y, posteriormente, una banda neonazi ofreció el concierto: Batallón de Castigo. “Si van por las claras, la gente o les va a poner excusas o no lo va a hacer”, subraya el exprogramador de la sala Heineken.