Este viernes, el Ministerio de Sanidad notificaba 17.012 nuevos casos de coronavirus, elevando así hasta los 323,07 casos por cada 100.000 habitantes la tasa de incidencia a 14 días. Son 88 puntos más de incidencia que la registrada en España el peor día de la cuarta ola, el 26 de abril de 2021, cuando se alcanzó la cifra de 235,69. 

Pese a que ahora hay más contagios y la incidencia es mucho más elevada, la realidad epidemiológica de esta sexta ola está siendo muy diferente a la cuarta; gracias, casi exclusivamente, a un factor: el avance de la vacunación.

El 19 de abril, en plena cuarta ola, el dato más preocupante fue de un 8,32% de las camas ocupadas por algún paciente covid, mientras que este viernes la tasa de ocupación se situaba en el 4,48 por ciento (con 5.569 pacientes ingresados). 

También menos ingresos que en la quinta ola

De momento, respecto a la quinta ola también hay mucha diferencia en referencia al número de personas que acaban ingresadas en los hospitales. A principios de agosto, la tasa de hospitalizaciones llegó al 8,9% si bien es cierto que por aquel entonces la incidencia a 14 días superó los 700 puntos. 

En cualquier caso, no cabe duda de que la ocupación hospitalaria de esta sexta ola es por el momento prácticamente la mitad de la registrada en la quinta y la cuarta ola, cuando se superaron los 10.000 ingresos y hasta seis veces menos que en la tercera ola cuando se superaron los 32.000 pacientes ingresados.

Preocupación a las puertas de la Navidad y por ómicron 


Pese a que los datos evidencian que gracias a las vacunas el ascenso de los ingresos es mucho más lento que en otras olas, no menos cierto es que el crecimiento constante en el número de contagios está repercutiendo en la ocupación hospitalaria a las puertas de la Navidad y en plena expansión de la variante ómicron, que crece rapidísimo en Europa (en Dinamarca las infecciones por ómicron han pasado del 0,1% al 3,5% en 10 días y en Reino Unido la nueva variante ya supone el 5% del total de los casos registrados). 

Datos preocupantes a la espera de que la comunidad científica aclare definitivamente si las vacunas perderán efectividad contra la contra la enfermedad severa por la variante ómicron.