El coronavirus no dará tregua durante el verano porque no hay ninguna evidencia científica sólida que apunte a que un clima caluroso minimice el riesgo de contagios. Así que el Gobierno ya estudia varias opciones para encarar una segunda ola de la epidemia con el escollo de que a partir del próximo lunes pierde el mando único y todas las competencias vuelven a las comunidades autónomas.

De hecho, las regiones que entraron en la fase 3 ya las han recuperado, que son todas menos la Comunidad de Madrid y una parte de Castilla y León. El Gobierno estudia cómo afrontar un rebrote simultáneo en varias comunidades en una nueva situación: sin el mando único que le proporciona el estado de alarma.

El decreto ley de nueva normalidad refuerza el papel coordinador del Ministerio de Sanidad, pero no le confiere –como hasta ahora- facultades extraordinarias para establecer el confinamiento generalizado y limitar la libertad de movimientos.

El escenario más grave sería volver al confinamiento

Sanidad se plantea varios escenarios, desde el menos grave al más grave, que implicaría volver al confinamiento generalizado. Todo, amparado en los instrumentos legales que tiene para ello.

Para ordenar confinamientos muy puntuales y focalizados podría recurrir a la Ley Orgánica 3/1986, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, que permite a las autoridades sanitarias adoptar medidas de "reconocimiento, tratamiento, hospitalización o control cuando se aprecien indicios racionales que permitan suponer la existencia de peligro para la salud de la población".

Esta ley también permite al Gobierno adoptar medidas "oportunas para el control de los enfermos", de sus contactos, y del "medio ambiente inmediato", y las que se consideren "necesarias en caso de riesgo de carácter transmisible". El confinamiento, en este caso, debe ser ratificado siempre por un juez, según El Confidencial, que cita a varios ministros.

El escenario más grave, el del confinamiento generalizado, sólo es posible con el estado de alarma, amparado en el artículo 116 de la Constitución. El Gobierno no descarta volver a usar ese mecanismo legal, si la situación lo requiriera.

La alternativa para no aplicar el estado de alarma

El mayor problema con el que se encuentra el Gobierno es la “coordinación supraautonómica”. Sin el estado de alarma, Sanidad estudia cómo hacer frente a posibles rebrotes en varias comunidades autónomas, sin tener que llegar a recurrir al Artículo 116.

El ministro pide descartar recortes de sanitarios

Por lo pronto, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dicho que es necesario preparar el sistema sanitario nacional “apuntalando la integración automática y en tiempo real de los datos de la historia clínica electrónica de los centros sanitarios, lo que nos permitirá aumentar la velocidad y la cantidad de la información".

Illa pidió "dimensionar y dotar de forma adecuada los equipos de profesionales en todos los niveles administrativos", lo que significa descartar recortes de plantillas en el ámbito sanitario.