Jakub Jankto, futbolista propiedad del Getafe que está cedido en el Sparta Praga, ha anunciado este lunes que es gay. “Soy homosexual y ya no quiero esconderme”, ha señalado el internacional checo, de 27 años, en un emotivo vídeo colgado en sus redes sociales.

“Como todos los demás, tengo mis fortalezas, tengo mis debilidades, tengo una familia, tengo a mis amigos, tengo un trabajo que lo he estado haciendo lo mejor que puedo durante años, con seriedad, profesionalismo y pasión. Como todos los demás. Yo también quiero vivir mi vida en libertad. Sin miedos. Sin prejuicios. Sin violencia. Pero con amor. Soy homosexual y ya no quiero esconderme”, ha subrayado Jankto, que la temporada pasada militó en las filas del Getafe llegando a disputar 14 partidos con los azulones.

"Vive tu vida, Jacob"

“Nuestro máximo respeto y apoyo incondicional a nuestro futbolista Jakub Jankto”, escribía pocos minutos después del anuncio el propio Getafe en su cuenta de Twitter. “Jakub Jankto habló abiertamente sobre su orientación sexual con la directiva, el entrenador y los compañeros del club hace algún tiempo. Todo lo demás es sobre su vida personal. No hay más comentarios. No más preguntas. Tienes nuestro apoyo. Vive tu vida, Jacob”, destacaba, por su parte, el Sparta Praga.

Sin embargo, no todas las recciones importantes han venido por parte del mundo del deporte, ya que la alcaldesa de Getafe, la socialista Sara Hernández, también se sumaba a la ola de mensajes, reivindicando el valor que hay detrás del anuncio: “Desde Getafe y desde la afición azulona nos sentimos muy orgullosos de este importante paso en tu vida. Sin duda serás un ejemplo para muchos niños y niñas, que aman el deporte, y que gracias a ti tampoco tendrán que esconderse”.

De esta manera, el futbolista checo se convierte en el primer futbolista que ha jugado en LaLiga en reconocer públicamente su homosexualidad. Un paso adelante que, a buen seguro servirá para ayudar a romper uno de los tabúes que todavía permanecen en el fútbol español.

Encerrado en el armario

El fútbol sigue encerrado en el armario. En los últimos años solo apenas un puñado de jugadores profesionales han hecho pública su condición sexual en un mundo repleto de vejaciones, amenazas y vidas paralelas. Por el momento, el más conocido de todos ha sido el futbolista profesional australiano Josh Cavallo.

Algo que guarda estrecha relación con la presión que sufren los futbolistas del entorno y, sobre todo, de los clubes y aficiones. La reconocida psicóloga deportiva, Patricia Ramírez, lo explicaba con claridad en su día: “En el fútbol español estamos más preparados para aceptar la homosexualidad dentro del vestuario que en público. La presión siempre llega por fuera. La burla a la que pueden ser sometidos en campos rivales o en el propio pesa mucho. Todos los futbolistas tienen amigos homosexuales y hay mucho respeto. El problema llegaría cuando esto se explica abiertamente. Si en España no somos capaces ni de respetar a los árbitros, como se va a respetar a los homosexuales en el fútbol. Aquí a un jugador que no corre, el público le llama ‘nenaza’ y otras cosas por el estilo. La crítica, el insulto, la no aceptación puede afectar al rendimiento de un deportista de élite y, quizás, algunos prefieran mantenerlo en el anonimato”.

Pese a ello, en los últimos años se han producido pequeños avances en el fútbol español. Uno de los más significativos tuvo lugar en 2015 cuando el jugador del Atlético de Madrid -que de joven sufrió acoso cuando jugaba en el Real Madrid-, Saúl Ñíguez, se atrevió a lucir la bandera gay en los cordones de sus zapatillas. Su hoy compañero en el Atlético de Madrid, el internacional francés Antoine Griezmann, también ha sido de los pocos jugadores de primer nivel en dar un paso al frente contra la homofobia en el fútbol y afirmar que se sentiría "orgulloso" si un compañero de equipo anuncia públicamente que es homosexual y que lo apoyaría.

No se puede decir

Un proceso -el de salir del armario-, que se antoja complicado si se tiene en cuenta lo que desvelamos en ElPlural.com en julio de 2016: “Dos equipos de fútbol impidieron a sus estrellas reconocer su homosexualidad”.