Los cinco integrantes de 'La Manada' condenados este viernes por el Tribunal Supremo a 15 años de cárcel por el delito de agresión sexual, han vivido en libertad vigilada desde junio de 2018, después de abonar la fianza de 6.000 euros.

Durante este año, los agresores han pasado los días sin trabajo y pendientes de otro juicio por presunto abuso sexual que algunos de ellos podrían haber cometido en Pozoblanco, Córdoba. Una gran parte de la sociedad les ha señalado y les ha repudiado durante este año, aunque en contadas ocasiones han sido vitoreados. 

Los requisitos que han debido cumplir para poder disfrutar de la libertad vigilada han sido, además de tener prohibidos los viajes fuera del país, presenciarse en los juzgados cada dos días. Otra condición, a la espera de que el Tribunal Supremo decidiera sobre su condena, ha sido no poder pisar la capital, ya que en la Comunidad de Madrid reside actualmente la víctima.

Hace un año, una vez pagada la fianza y a punto de vencer el plazo máximo de dos años de prisión provisional, dos de los cinco acusados salieron de la cárcel militar de Alcalá de Henares y los otros tres de la cárcel de Pamplona, metidos en sus coches, a toda velocidad, derrapando y con actitud chulesca ante los medios de comunicación. Estando ya de vuelta en el barrio de Amate en Sevilla, lugar en el que residen y donde se conocieron, celebraron con sus familiares la recién conseguida libertad.

No obstante, la alegría iba a durarles poco ya que no han podido volver a trabajar, ni siquiera dos de ellos que eran guardia civil y militar y no pudieron ejercer su profesión. Alejándoles de poder normalizar su vida.

Según publicó el Boletín Oficial de Defensa el pasado 11 de julio de 2018, el militar Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena que era miembro de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el guardia civil Antonio Manuel Guerrero permanecían en sus cargos pero sin un nuevo destino asignado, por lo que no podían servir. Finalmente, ambos perdieron sus puestos, el militar en octubre cuando el Ministerio de Defensa informó de que era expulsado del Ejército de Tierra, y más tarde, en diciembre, el guardia civil fue suspendido, a la espera de expulsarle tras una sentencia firme.

Sabiendo que su vuelta a la prisión podría ser temprana, y aunque no han obtenido ingresos, los agresores han sido vistos en fiestas y de vacaciones. Apenas dos semanas después de su puesta en libertad, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero Escudero y su primo Jesús Escudero, ambos acusados, hicieron un viaje a la playa de Cádiz. Una escapada que compartieron con sus respectivas parejas y con la hija del primero de ellos. En un restaurante gaditano donde pararon a comer, decenas de clientes les señalaron y les hicieron fotos con el móvil, por lo que abandonaron el local. Antes de irse, el guardia civil se dedicó a saludar sin reparo a quienes le habían retratado.

También han sido vistos en piscinas, como la de Palomares del Río en Sevilla. Allí acudieron el verano pasado José Ángel Prenda 'El Prenda' y Jesús Escudero, donde recibieron multitud de miradas críticas, hasta el punto de que los bañistas les increparon por el delito por el que estaban acusados. El Ayuntamiento de Palomares les abrió una zona para que estuvieran solos hasta el cierre de la piscina ya que no podían impedirles acudir a lugares municipales. Pero quisieron dejarles claro que no eran bien recibidos en el pueblo, habiéndoles decretado meses antes como personas 'non gratas".

'El Prenda' ha viajado en repetidas ocasiones a la playa de Rota junto con sus familiares y también ha asistido a partidos del Sevilla FC en el estadio Sánchez Pizjuan acompañado de la peña ultra a la que pertenece Biris Norte

Jaleados en la Feria de Sevilla 

Durante la celebración de la Feria de Sevilla de este año, se difundió un polémico vídeo de José Ángel Prenda 'El Prenda' siendo vitoreado por la zona de las atracciones. El testigo que grabó las imágenes explicó que había un grupo de jóvenes que le "vitoreaba". Pero, por otro lado, declaró que un grupo de chicas que festejaban en esa zona se "asustaron y se fueron".