Julio acumuló tres olas de calor que se diluyeron a finales del mes para suavizar los termómetros en España. Situación diametralmente a la que se está viviendo en este arranque de agosto. Tras dos jornadas de calor intenso en toda la Península, el mercurio se toma un respiro para frenar su tendencia alcista y apaciguar los sofocos en la población. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya advirtió que a partir de este pasado miércoles se produciría una suerte de vaguada climática, que relajaría las temperaturas en todo el territorio nacional, especialmente en el norte. Un descenso térmico provocado, en un principio, por una borrasca de origen atlántico que ya han bautizado en Francia como Patricia y que, además de amortiguar el calor extremo, dejará fuertes precipitaciones, vientos intensos y oleaje en las zonas costeras.

Del calor extremo, a un frío impropio para este mes de agosto que acaba de comenzar. La Agencia Española de Meteorología (AEMET) ha alertado de la llegada a España de un frente al que han bautizado como borrasca Patricia, que se situará junto al anticiclón de las Azores y creará un pasillo de “vientos fríos del noroeste” que, a su vez, provocarán un “acusado descenso térmico para el mes en el que estamos”. Se prevén que los termómetros puedan bajar incluso hasta diez grados, por lo que a los españoles les tocará rescatar de sus altillos las chaquetas, especialmente en áreas del norte peninsular.

Patricia será la decimosexta borrasca de este 2023, pero la primera de un mes de agosto que acaba de comenzar y que en sus inicios ha dejado dos días de un intenso calor que se esfumarán. Al menos así será hasta la próxima semana, cuando se espera que la normalidad vuelva a ser la tónica general en el apartado climático. Sin embargo, por el momento, desde la AEMET insisten en que Patricia será “una borrasca inusualmente profunda” para la época del año en la que nos encontramos, por lo que tendrá una tremenda incidencia en la reducción de la temperatura del país, además de generar fuertes precipitaciones, vientos y un oleaje intenso.

“Entre Patricia y el anticiclón de las Azores se creará un pasillo de vientos fríos de componente noroeste que provocarán un acusado descenso térmico”, aseguran desde el organismo. En este sentido, sin embargo, advierten de que los peores días se registrarán este jueves y el viernes, con una caída en picado de las temperaturas, máximas y mínimas, que se reducirán ostensiblemente, por lo que sería recomendable tener alguna prenda de entretiempo a mano, especialmente en zonas del norte peninsular. “Serán días fríos para la época”, resaltan desde la AEMET.

Según el portavoz de la agencia, Rubén del Campo, será la “primera vez” que se da nombre a una borrasca en el mes de agosto, sobre todo desde que se puso en marcha el programa de nombramiento en el año 2017. Asimismo, confirma que la temporada que se inició en septiembre del curso pasado y concluirá este próximo 31 de agosto es la de mayor número de borrascas de gran impacto nombradas.

El calor no se va del todo

Del Campo avisa de la “bajada brusca de las temperaturas” tanto en “buena parte” de la Península como en las Islas Baleares, con una caída de entre 5 y 10 grados centígrados por debajo de los valores habituales en la mitad norte del territorio. No obstante, se vuelve a un escenario que avanza a dos velocidades distintas. Si bien una relajación térmica se impone en el tercio norte, en áreas del sur seguirá el calor durante los próximos días. Situación de contrastes.

Del Campo explica que el descenso térmico tiene su origen en ese pasillo generado por la diferencia de presión entre la borrasca y el anticiclón de las Azores. Así, durante la jornada de este jueves y la del viernes, los cielos se encapotarán e incluso se registrarán chubascos abundantes en los entornos de los Pirineos, Sistema Ibérico y en las Islas Baleares, así como en otras zonas aisladas del interior peninsular. En cambio, estas precipitaciones se moderarán ligeramente en el norte de Galicia en las áreas cantábricas. Además, se prevén tormentas localmente intensas en puntos de la Comunidad Valenciana, Cataluña y regiones colindantes con las provincias de Albacete y Murcia.

Los ciudadanos de País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y puntos del este de Cataluña disfrutarán de una caída de más de 10 grados de las temperaturas con respecto a la jornada anterior. Es decir, se pasará de los 33 grados a no superar los 22. Incluso en puntos de Zaragoza, donde el pasado miércoles se alcanzaron cotas superiores a los 40 grados, este jueves se frenará en los 29. Escenario que contrasta con los 38º o 40º que seguirán marcando los termómetros en ciudades como Córdoba, Sevilla, Murcia o Málaga.