Marruecos y Francia llegaban a la semifinal del Mundial de Qatar como la reciente campeona del mundo y la sorpresa del campeonato. El estadio Al Bayt regaló una sonora pitada a la Marsellesa y una sentida ovación al Al-nashid al-sharif, dejando claro qué publico dominaba la grada. La afición marroquí ha sido una de las más pasionales y su paso por Qatar será recordado. La imagen de Achraf Hakimi abrazando a su madre quedará en la retina.

Y a los 5 minutos del pitido inicial, gol de un español. Marruecos quizás haya sido el equipo que menos errores defensivos haya cometido en este Mundial. De hecho, su solidez y orden ha sido el secreto para haberse convertido en la primera selección africana en llegar a las semifinales de un campeonato del mundo. Primer fallo de marca en cinco partidos y gol de Theo Hernández de volea. Francia es un poco el Real Madrid. No tiene piedad.

Hablando del Madrid, es necesario resaltar a Aurelian Tchouaméni. Un futbolista gigante. Un dios de ébano que posee las características necesarias para dominar él solo un terreno de juego. Un futbolista de época. Talento, físico, inteligencia, visión, orden. Parece el repetidor del instituto en clase de educación físicia jugando entre niños. Y tiene 22 años. El niño es él.

A pesar de la superioridad francesa, el ocaso de la primera parte ha ofrecido una acrobática chilena de El Yamiq, defensa que juega en el Valladolid, bien repelida por Hugo Lloris. Un pequeño destello de lo que nos ofrecería la selección norafricana los siguientes 45 minutos. La segunda parte ha comenzado con una gran presión liderada por el más bravo de sus leones, Sofyan Amrabat. Varias han sido las ocasiones de gol. Y todas dominadas por el nerviosismo. Sin efecitividad, Marruecos ha ido diluyéndose, merced del aburrimiento aplicado por Francia.

En el minuto 79, a los 10 segundos de entrar, Kolo Muani ponía el definitivo 2-0 en el marcador a los 10 segundos de pisar el terreno de juego.

En frente tenemos la final que Qatar siempre soñó. Argentina - Francia. Messi - Mbappé. Paris Saint Germain. El relato y la mística le dan opciones a Messi. La lógica a Mbappé. Elijan ustedes.