Las autoridades de Francia han reabierto nuevamente la frontera con Irún al paso de vehículos pesados debido al macroincendio declarado en el norte del departamento galo de las Landas. El cierre se produjo a las siete de la mañana y causó retenciones en la AP-8 de hasta cinco kilómetros en la localidad gipuzcoana de Irún y un gran atasco de camiones. Las llamas han afectado a tramos de la autopista A-63 y han forzado a la evacuación de más de 10.000 personas de las zonas colindantes. 

El encargado de informar de la apertura de la frontera ha sido el servicio de tráfico de la Ertzaintza a traves de su perfil de Twitter, pero sólo para los caminones. Los turismos han sido desviados por la A-64 , que rodean la zona afectada por las llamas.

El incendio ha calcinado más de 6.800 hectáreas en la zona, donde más de un millar de bomberos se encuentran realizando labores de extinción. Muchos de los vehículos pesados que se encontraban en la zona han regresado a sus lugares de origen y otros se encuentran en las zonas de descanso. Por ello, muchos puntos de estacionamiento para camiones cercanos al incendio estaban completos.

El cierre de la frontera, sumado a la habitual densidad de tráfico en el mencionado punto, ha provocado retenciones de hasta siete kilómetros. De hecho, en la jornada del miércoles, largas colas se extendieron y alcanzaron los nueve kilómetros en torno a las 19:00 horas, cuando el paso fronterizo aún no se había clausurado. 

 

10.000 hectáreas destrozadas

Por el momento no ha habido que lamentar pérdidas humanas. Tan solo dos personas han resultado heridas por el fuego, que ya ha devastado 6.000 hectáreas y ha provocado la evacuación de unas 10.000 personas, tal y como recogen diarios locales franceses, a la altura de la localidad de Saugnacq-et Muret. 

Unos 1.100 efectivos participan en las tareas de extinción, a la espera de "refuerzos adicionales". La primera ministra, Elisabeth Borne, tiene previsto visitar la zona junto al ministro del Interior, Gérald Darmamnin, a lo largo de la jornada.

Más de una decena de viviendas han ardido en la zona de Belin-Béliet, sin que por ahora haya constancia de daños personales. La autopista A63, que llega hasta la frontera española, permanece cortada en ambos sentidos como medida de precaución.

Más de 50.000 hectáreas quemadas

Francia, al igual que otros países de Europa, está viviendo un verano marcado por las altas temperaturas y la falta de agua, lo que ha favorecido la aparición de incendios. Más de una decena permanecen activos y en lo que va de año ya han ardido más de 50.000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales.