Las fracturas de cadera constituyen un serio problema de salud pública. Tienen un gran impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes y una tasa de mortalidad entre la población de edad avanzada muy alta, de entre el 14 y el 36% antes de un año. Además, el riesgo de mortalidad elevada persiste hasta diez años después de producirse. La buena noticia es que la cirugía precoz reduce estas cifras y facilita la recuperación de las personas afectadas.

Tras sufrir una fractura, la persona afectada presenta una incapacidad completa para la movilización y la deambulación de forma independiente. Incluso el simple gesto de sentarse provoca muchísimo dolor y el paciente se ve obligado a permanecer tumbado en la cama.

La cirugía es el tratamiento estándar en estos casos.  Reduce la morbilidad y mortalidad, además de permitir al paciente recuperar la movilidad con la rehabilitación debida. Los doctores Félix Tomé Bermejo, jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario General de Villalba, y la geriatra Verónica Martín López recomiendan que la intervención se realice dentro de las 24-48 horas posteriores a la fractura.  Y predican con el ejemplo, ya que en 2020, un 98,1% de los pacientes geriátricos ingresados en este hospital por fractura de cadera fueron operados en ese plazo, frente al 86,6% que registraron en 2018.

Este centro madrileño, integrado en la red sanitaria pública, ha sido reconocido por el Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC) con el tercer premio al "Mejor hospital" por el resultado medio de los indicadores de calidad del RNFC en 2021 durante la 6ª Reunión de esta entidad, celebrada recientemente en Madrid. Este premio pone en valor la calidad asistencial de esta patología que involucra también al servicio de Anestesiología y Reanimación, así como al personal de Enfermería.

“Es muy importante iniciar la rehabilitación de inmediato para poder recuperar el máximo de movilidad, siguiendo siempre las indicaciones de los especialistas”, aseguran los Dres. Tomé y Martín López. Si la evolución es favorable, indican, se aconseja la sedestación (posición sentada) a las 24 horas, y a las 48 horas, la bipedestación (ponerse de pie) con ayuda, normalmente, de un caminador o andador. “El objetivo es potenciar lo antes posible el tono muscular y evitar la rigidez articular”, afirman.

El éxito del proceso depende en gran medida de la edad del paciente, su movilidad previa y la cirugía a la que ha sido sometido. “Una prótesis total de cadera posibilita el movimiento de forma más temprana y con menos dolor que si se han implantado dispositivos como placas, clavos o tornillos”, explican los especialistas del Hospital Universitario General de Villalba. Según los datos que manejan los expertos, el 40% de los pacientes recupera la situación funcional previa a la fractura, el 30% presenta un cierto deterioro de la marcha o precisa ayudas técnicas para caminar y el otro 30% tiene una seria incapacidad para hacerlo.

Factores de riesgo

La edad es un factor de riesgo, ya que, a medida que cumplimos años, perdemos densidad ósea y masa muscular. El riesgo de romperse la cadera aumenta entre las mujeres (3 de cada 4 casos), una circunstancia directamente relacionada con la menopausia, ya que la caída de los niveles de estrógenos que se produce en esta etapa vital acelera la pérdida de masa ósea y facilita la aparición de osteoporosis.

1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la osteoporosis a lo largo de su vida

 Según las estadísticas, 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la osteoporosis a lo largo de su vida. La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) advierte de la necesidad de vigilar esta patología que, según los especialistas, está detrás de la mayoría de las fracturas de cadera. Asimismo, es importante destacar que, aunque es más frecuente entre las mujeres, también puede afectar a los hombres.

Enfermedades como el Parkinson o el deterioro cognitivo son también factores de riesgo. A ello se suma el sedentarismo, la mala alimentación o tener problemas de visión, entre otras cosas.

Consejos para evitar una fractura de cadera

Así, los Dres. Tomé y Martín López recomiendan, para prevenir una eventual fractura de cadera, mantener una dieta equilibrada que asegure el aporte necesario de calcio y proteínas; tomar el sol al menos tres veces por semana para que las necesidades de vitamina D queden cubiertas; evitar el alcohol y el tabaco; practicar ejercicio físico y mantener una buena higiene postural.

“Es conveniente, especialmente en el caso de las personas mayores, retirar obstáculos con los que puedan tropezar, mantener una buena iluminación, revisar la vista y acondicionar el cuarto de baño para evitar caídas”, añaden los especialistas del hospital villalbino.

En el año 2020 se produjeron en España más de 64.000 hospitalizaciones por fractura de cadera, según datos del Ministerio de Sanidad. Esto implica una tasa de 135 casos por cada 100.000 habitantes.