El 20 de octubre de 2011 ETA anunciaba el cese definitivo de las armas. Fue el mayor éxito de la democracia -precisamente en era democrática- y los diferentes gobiernos, independientemente de su signo y con sus aciertos y sus errores, aportaron su granito de arena. Con todo, el fin de la acción armada por parte del independentismo vasco más radical fue una de las grandes obsesiones del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, tanto desde la oposición como una vez que llegó a Moncloa. El hito culminó, de hecho, bajo todavía color socialista y poco antes de que Mariano Rajoy pasara a liderar el Ejecutivo.
PP y PSOE, entonces con un sistema todavía bipartito que, por otra parte, no tardaría en cambiar, celebraron el anuncio de ETA, que se retransmitió en todo el país y el mundo. Entre las figuras más destacadas hasta alcanzar el tan ansiado momento se encuentra la del exidirigente del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba quien, además de haber participado de manera activa en el proceso de paz, se enfrentó directamente a la banda armada cuando ésta rompió el alto al fuego que había prometido cumplir en 2006. También ocupó un lugar imprescindible el ahora portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, lehendakari de la Cámara vasca entre 2009 y 2012, años en los que se encuentra el día aquí relatado.
Nos quedamos con su nombre, y es que el diputado socialista recibió recientemente críticas después de que saliera adelante la Ley de Memoria Democrática, que se publicará precisamente este jueves en el BOE tras pasar el filtro de Congreso y Senado. El que fuera responsable vasco pidió este año a la derecha, coincidiendo además con el 25 aniversario del asesinato del exconcejal del PP, Miguel Ángel Blanco, dejar de hablar de la banda armada en el debate político para confrontar. “Nos enfrentamos al terrorismo 50 años y sabemos lo que es”, tuvo que recordar a la bancada de derechas.
Las víctimas piden respeto a la derecha
Lo que más molesta a la derecha y a la extrema derecha es la presencia de EH Bildu en los espacios públicos. La irrupción del grupo abertzale provoca día sí y día también cruces de palabras entre las partes. También hay, dentro de la sociedad, quienes no terminan de ver con buenos ojos que Bildu (cuya historia para saber si es heredera de ETA como tanto subraya la oposición, explica ElPlural.com) forme parte del diálogo político.
Por el contrario, buena parte de la misma sociedad considera que la formación de Arnaldo Otegi es uno de los más claros ejemplos de que la reconciliación es posible y, sobre todo, una segunda victoria democrática dentro del hecho principal que la provoca. Se siguen dando pasos, de hecho, todavía. El año pasado, sin ir más lejos, el propio Otegi mostraba cerca del día del décimo aniversario del final de la banda su “pesar y dolor por el sufrimiento padecido” por las víctimas. También reconoció que este “nunca debió haberse producido”.
Arnaldo Otegi pide perdón a las víctima de ETA. Archivo.
Toda la sociedad española es víctima de uno u otro modo de las actuaciones de la banda armada, pero desde luego los más afectados fueron aquellas familias que sufrieron en primera persona a ETA. Entre ellos ronda igualmente la disparidad de opiniones. El ejemplo se ve siempre que se resucita al grupo terrorista en el Congreso.
En los días en los que se anunció la aprobación de la ley de Memoria Democrática faltaron a la Cámara algunas asociaciones, como AVT o Dignidad y Justicia, mientras que otras organizaciones y figuras como la de Consuelo Ordóñez -cuyo hermano fue asesinado por ETA en 1995- insiste en el “cinismo” del PP y de Alberto Núñez Feijóo y ha recordado en varias ocasiones que el PP de José María Aznar y Rajoy acercó a unos 800 presos de la banda, siendo éste otro de los puntos más criticados cuando ha sido la izquierda quien ha hecho lo propio, ya sin ETA actuando.
Breve historia de ETA: más de 3.000 atentados
ETA era una organización terrorista que nace en 1958, en un principio con la idea de combatir al franquismo -entre sus atentados más sonados se encuentra el de Carrero Blanco- siguiendo el ejemplo de otros movimientos revolucionarios que se levantaron en armas contra la tiranía de sus países.
Con la entrada de la democracia y con la idea de que seguían sufriendo opresión por parte del Estado Español siguió su actividad, que se movió principalmente entre Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra y el País Vasco francés para conseguir la independencia del territorio (Euskal Herria).
A lo largo de toda su actividad cometió más de 3.000 atentados, que terminaron con la vida de más de 850 personas, en su mayoría políticos y responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad, aunque también terminó con la vida de civiles, siendo otro de sus atentados más sonados el del Hipercor de Barcelona, en 1987. También protagonizó los conocidos como Años de Plomo que se sitúan, en ocasiones, entre 1978 y 1980, y otras veces en toda la década de los 80.
Películas y libros sobre ETA
Es mucha la literatura y el cine que se ha elaborado sobre ETA y su actividad. Actualmente, desde ElPlural.com recomendamos un libro y dos películas, una de ellas documental.
La primera de ellas es Patria, una novela de Fernando Aramburu que ha sido llevada recientemente a la pequeña pantalla. La cinta explica lo dividida que estaba la sociedad, especialmente vasca y expone, entre otras cosas, en que consistía el llamado “impuesto revolucionario”. Pero, por encima de todo, es una novela y largometraje que invita a pasar página.
En la misma línea se sitúa Maixabel. La propia protagonista de la película (Blanca Portillo en el filme) habló como motivo del estreno de la misma y lamentó la postura actual de la oposición. Maixabel Lasa pierde a su marido, Juan María Jaúregui (PSOE) en el 2000 a manos de la banda. Años después acepta visitar en la cárcel a uno de sus asesinos.
También es altamente recomendable el documental El desafío: ETA, una miniserie que se puede encontrar en Amazon Prime Video y que cuenta con imágenes inéditas de los años de actuación de la banda hasta su disolución. Los encargados de contar la Historia son expresidentes del Gobierno -todos los de la democracia- hasta periodistas como Iñaki Gabilondo, pasando por Guardias Civiles, entre otros.
