Facua ha denunciado en las últimas horas el “escandaloso negocio” que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estaría manteniendo con las telecos y ha pedido la intervención del ministerio de Consumo. En concreto, con la compañía MásMóvil a partir de un acuerdo comercial fechado a 1 de septiembre de 2019.

Según los documentos entregados por el departamento de Alberto Garzón requeridos por la organización de Rubén Sánchez y tras una información desvelada por El Confidencial, parece que la asociación de consumidores protagonista de estas líneas estaría llevando a cabo junto a la empresa telefónica un acuerdo de beneficio mutuo.

Este consiste en que la primera ofrece un descuento en la factura mensual del 8%-la OCU anuncia un total de un 20%- a los socios mientras que MásMóvil le paga 6,5 euros por cada usuario no socio que termine solicitando información tras acceder a la compañía mediante el comparador de tarifas de la OCU.

Una práctica diaria, pero con irregularidades por parte de la OCU

Este tipo de acuerdos, en el que a la persona interesada en convertirse en cliente se la conoce como lead, es el pan de cada día de las empresas que operan a través de internet y no es ilegal.

Sin embargo, en el caso de la Organización de Consumidores existe la obligatoriedad de realizar esta práctica bajo ciertas condiciones -pues se trata de una asociación sin ánimo de lucro y en defensa de los consumidores- y se no ser así estaría incumpliendo algunos aspectos de la Ley de Defensa de los Consumidores.

Uno de ellos sería depositar el acuerdo en un registro y atender a una transparencia sobre el mismo que no define. Además, estaría incurriendo en otras infracciones previstas en el artículo 27 de esta normativa, que prohíbe a las asociaciones de consumidores realizar comunicaciones comerciales de bienes y servicios.

En este sentido, la OCU tampoco señala en ningún momento a qué operador hay que acceder. Además, estaría haciendo promoción de productos a terceros para que los usuarios se asociasen a ella.

Defensa de las partes

La compañía reconoce la existencia del compromiso mientras detalla que apenas supone unas decenas de altas al año. Asimismo, la OCU expone que los acuerdos no son comerciales sino una “ventaja exclusiva para sus socios” que “forma parte de la actividad intrínseca de la negociación”, que no es otra que la de “negociar en nombre de ellos para obtener mejores condiciones”.

No es el único acuerdo de carácter polémico que tiene la OCU. Así las cosas, en 2015 lanzó una compra colectiva de tarifas de móvil en formato de subasta para forzar a las operadoras a bajar los precios, lo mismo que hizo en 2017 en carburantes. Solo MásMóvil ganó la primera edición de la subasta mientras que la mayoría de operadoras prefirieron abandonar la iniciativa por falta de transparencia.