El jugador del R. Madrid es noticia por su imputación en un caso de extorsión ocurrido en Francia. EFE



Tal vez lo ocurrido esta última semana con el jugador del Real Madrid, Karim Benzema, es la excusa recurrente para hablar de un problema más que grave y que en algunos supuestos pone sobre la mesa un claro 'mirar para otro lado' por parte de la sociedad. Esto cuando los protagonistas de hechos presuntamente delictivos son futbolistas de élite.

Desde luego, ejemplos hay unos cuantos. El propio Benzema ha sido protagonista de varios y en relación con diferentes materias, aunque su predilección son las acciones que tienen que ver con la seguridad vial. Desde un punto de vista fiscal, solo hay que echar un vistazo al F.C. Barcelona para darse cuenta de que las cosas no se han hecho bien, y de nuevo aquí entra en escena ese beneplácito social incomprensible de quienes jalean a Messi cuando va a declarar.

Es verdad que los asuntos con el fisco suelen solucionarse con dinero (deuda, multa e intereses) y de esto los chicos del fútbol van sobrados, pero ¿Qué ocurre con otros asuntos turbios en los que se ven envueltos jugadores?

Violencia de género
La pregunta casi siempre se circunscribe a lo mismo: escándalos sexuales y violencia de género. Por eso, observando la jornada histórica de ayer con la marcha contra "las violencias machistas" que recorrió las calles de Madrid y las redes sociales, quizás sea conveniente analizar el fenómeno.

Afirmar que en los supuestos de maltrato machista, estos profesionales gozan de cierta manga ancha judicial es, sin lugar a dudas, una temeridad. Sin embargo, sí llama la atención la 'comprensión' que reciben esos presuntos o condenados maltratadores por parte de los aficionados. Para percatarnos de esto, basta con mencionar algunos casos.

"No fue tu culpa, era una puta..."
Todo el mundo recuerda aquellos cánticos en el estadio del Real Betis a favor de su jugador Rubén Castro. “No fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien” se escucha a un grupo numeroso de seguidores. El motivo está en la denuncia de la ex pareja de Castro contra él por posible maltrato.

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El caso de esos cánticos, a pesar de que nadie llegó a denunciarlos, fue investigado por la Fiscalía que finalmente decidió archivarlo en junio de este año. Es curioso como tras darse a conocer el vídeo, enseguida salieron a la palestra las justificaciones, empezando por los intentos de falsear dichos cánticos. Por desgracia, es uno de esos supuestos de maltrato que conducen a una especie de aceptación social de este tipo de violencia. Caen además sus autores en algo que se pone en línea paralela de gravedad con el propio acto: la estigmatización de la víctima.

Orden de detención lanzada por la policía de Toronto contra dos futbolistas brasileños por presunta agresión sexual.



En búsqueda y captura
Hace tan solo unos días conocíamos que la policía de Toronto había emitido una orden de búsqueda y captura contra dos integrantes de la selección brasileña. Se trata de Lucas Piazon y Andrey Da Silva, de 21 y 22 años respectivamente. Ambos, según las autoridades de aquella ciudad canadiense, durante su estancia allí para participar en los Juegos Panamericanos, son presuntos autores de una agresión sexual a una mujer de 21 años.

Pegar en la calle
La lista de jugadores involucrados con denuncia por parte de parejas y ex parejas es importante. Uno de los últimos del que hay constancia es, precisamente, un jugador del equipo rival del Betis, el Sevilla. Se trata del francés Steven N´Zonzi quien tendrá que declarar ante un juez británico el próximo 22 de diciembre, tal y como publicó The Guardian hace unos días, por golpear presuntamente a su mujer en plena calle. Ocurrió en mayo pasado, cuando jugaba en el Stoke City de la Premier inglesa.

Más ejemplos
Pero los casos de futbolistas se repiten. Así, el ahora jugador holandés del Betis, Rafael Van der Vaart, reconoció que se había separado de su mujer, según dijo él mismo a un periódico alemán, tras haberla agredido la nochevieja de hace un par de años.

Más trascedencia mediática tuvo el caso del delantero canario del Zaragoza cuando se produjeron los hechos, Braulio Nóbrega, puesto que fue detenido durante un entrenamiento. Reconoció varios casos de agresión sexual siendo condenado por dos delitos de abuso sexual, dos faltas por vejaciones y uno de lesiones a cuatro mujeres. Lo sorprendente de este caso es que el juez le impuso pagar 12.000 euros y alejamiento entre 6 meses y tres años, haciendo caso omiso a la petición de la Fiscalía de 5 años de prisión. No entró en la cárcel.

A Rubén Castro, Van der Vaart y Braulio se pueden añadir Gary Medel (Inter de Milán), Davids (ex Ajax y ex F.C.B) o Chris Lell (ex Levante), es decir, demasiados casos en los que, según los datos, ninguno acabó entre rejas. Hay un dato que es curioso porque esa especie de salvamento que no les conduce a prisión, cambia si los hechos se producen una vez retirados del fútbol. Un ejemplo en este sentido es Juanele, ex jugador internacional español y de varios clubes de Primera División.

El ex jugador internacional y de varios equipos de 1ª División, Juanele, ha sido denunciado en varias ocasiones.



Conciencia social
Todos estos casos ponen de manifiesto un dato que los expertos denuncian desde hace tiempo y es que la violencia machista no conoce de condición socioeconómica. Sin embargo, en el caso de los futbolistas sí llama la atención las consecuencias judiciales y, sobre todo, sociales que acarrean para ellos ser protagonistas de un acto tan deleznable.

Cabe preguntarse por los motivos por los que un equipo de fútbol no prescinde o adopta medidas disciplinarias contra un integrante de su plantilla profesional cuando es denunciado por un delito como este.

Desde un punto de vista social, si usted va al campo y en su equipo juega un maltratador ¿le jalearía? ¿Y si en lugar de futbolista fuese su vecino?