La exdiputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez es una de las afectadas por el avance de la lengua de lava del volcán de La Palma. Como otros muchos vecinos ha sido desalojada desde el inicio de la erupción. Su casa está en El Remo y quedará aislada por un tiempo indeterminado, por lo que se desplazó junto a familiares que viven en Todoque, de donde tuvieron que ser desalojados también este miércoles. Han tenido 15 minutos para acceder a sacar todo lo que pudiesen de la vivienda, después de hacer una larga cola. La expolítica ha agradecido el trabajo de las autoridades, los voluntarios y los profesionales que están facilitando que puedan salvar algunas pertenencias, las más preciadas, "cosas que el dinero no pueda reemplazar, que tengan un valor personal y emocional", según ha explicado a los medios que se han acercado a preguntarle.

Melisa Rodríguez ha admitido que ahora vive en un estado de shock. "No es el mejor día, pero aquí estamos esperando, a ver si nos dejan pasar". Hay vecinos que ya saben que lo han perdido todo y hay quienes viven con una enorme incertidumbre, esperando a ver cómo se comporta la lava para ver si se lleva por delante sus casas o no.

"La gente ve cómo el trabajo de toda su vida se está yendo"

"A nivel personal, muy duro. Aparte de ser un espectáculo, la lava está sepultando la vida entera de mucha gente, no la vida física, sino el trabajo de toda su ida, sus experiencia y sus enseres...", ha explicado la exdiputada de Ciudadanos a Telecinco.

Sobre el futuro de Todoque, Melisa Rodríguez ha recordado que "siempre ha sido un pueblo de migrantes, de gente que viajó muy lejos para trabajar duro y tener su casita y ahora vemos cómo el trabajo de toda su vida se está yendo".

"Nosotros hicimos una lista anoche para ser eficientes, para no tardar mucho y que otros vecinos puedan pasar. No para sacar colchones y neveras, para sacar cosas que el dinero no pueda reemplazar, que tenga un valor personal y emocional".

La expolítica ha explicado a La Sexta que Todoque es una localidad agrícola y el volcán "está arrasando con muchas parcelas de cultivo, que son parte de la economía principal de la isla". "A diferencia de un incendio, que intentas reconstruir lo que queda, cuando pasa la lava no queda nada, solo una topografía y un escenario nuevo. El municipio no va a ser nunca más igual", ha reconocido.