Noelia Pérez, una estudiante de doctorado de la Universidad de Granada (UGR), aprovechó este jueves su participación en la entrega de premios del Consejo Social del centro educativo a los mejores expedientes académicos para explicar que ha sido víctima de acoso sexual durante su periodo estudiantil. Asimismo, declaró que la atención de la UGR para “resolver y prevenir los casos de acoso sexual son insuficientes” tras haber denunciado su caso hace diez meses, ya que, hasta la fecha, no se ha resuelto “nada”.

“Esto me obliga a ir a trabajar cada día con mi contrato FPU al lugar donde trabaja la persona denunciada sin ningún tipo de medida de protección, a pesar de que esta persona cuente con cuatro denuncias por acoso sexual”, aseguró la alumna tras haber sido galardonada.

“Me gustaría usar el micrófono que se me ha ofrecido para poner sobre la mesa un asunto tan relevante como es la violencia que sufren las mujeres en nuestra universidad”, añadió Noelia Pérez durante su intervención en el acto de excelencia, en el que se hallaba la rectora de la UGR, Pilar Aranda. “No somos un número, sino personas con nombre y apellidos, trabajo, familia y cuya salud mental se ve perjudicada”, matizó.

La escasa eficiencia para resolver los casos de acoso

De la misma manera, la estudiante de doctorado de la Universidad de Granada argumentó que le hubiese gustado explicar su caso al Rectorado. Sin embargo, todas las solicitudes que aplicó se le denegaron y fueron “ignoradas”. En este sentido, defendió que, al igual que se trabaja para que la UGR esté en los primeros puestos del ranking de producción científica, también se ha de hacer un esfuerzo extra para que “no ocupe los primeros del ‘ranking de acoso‘ porque para hacer ciencia” son necesarios los “espacios seguros”. "Al sufrimiento de haber vivido un hecho así”, la estudiante de la Universidad de Granada sumó “la poca sensibilidad” por parte de los trabajadores que están “en primera línea” atendiendo a las víctimas.

“Tal y como afirman desde la OPRA, cada día se denuncia un caso o incluso varios de acoso, ya sea psicológico o sexual en nuestra universidad”, lanzó al auditorio que se dio cita en la Sala Máxima del Espacio V Centenario. “El silencio nos hace cómplices”, concluyó la joven recibiendo un fuerte aplauso por parte de los asistentes.

Como respuesta, la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, no dudó en intervenir tras el discurso de la estudiante. En sus declaraciones, sin embargo, no se refirió al caso concreto expuesto previamente por la estudiante de doctorado, aunque afirmó que en la UGR es un centro educativo en el que “se cumple la ley”. “Somos un sistema garantista, no somos una república bananera, la normativa está para cumplirla y sigue unos procedimientos y unos determinados plazos”, explicó la dirigente de la universidad andaluza.

El asesoramiento jurídico a las víctimas de acoso

El pasado mes de noviembre, la universidad granadina comunicó que su Unidad de Igualdad iba a ofrecer asesoramiento jurídico a las víctimas de acoso que lo necesitasen. Hasta ese momento, se les ofrecía solo asesoramiento psicológico. Esta información fue anunciada por la vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad de la UGR, Margarita Sánchez Romero, en la inauguración de unas jornadas con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Asimismo, además de este asesoramiento jurídico sobre lo que debían hacer aquellas personas que fuesen víctimas acudiendo a la Unidad de Igualdad, Sánchez Romero explicó que todos los centros de la universidad iban a contar con puntos violeta, en los que se podría recibir la ayuda de un especializado o persona de referencia. De la misma manera, se prometía la ayuda tanto a estudiantado como al personal de la UGR.

También, desde la Unidad de la Igualdad se propusieron talleres informativos, los cuales trataban acerca de detectar signos de violencia o la posición de las mujeres a través de la autoestima. Sin embargo, con el paso de los meses, el estudiantado universitario no se siente tan seguro como debería gracias a todas estas medidas. De hecho, las palabras de Noelia Pérez han dado de que hablar tanto en los distintos medios de comunicación como en las redes sociales, donde diversos internautas se han posicionado en favor de la estudiante, afirmando que “más que agallas hay que tener para denunciar públicamente la incompetencia de la UGR”.