Edu Soto (1978) es humorista, actor y cantante. Habla desde su casa mientras su hijo, de casi tres años, le reclama atención. "El humor tiene una parte innata y otra técnica que te va dando la experiencia. Igual que el que toca un violín. Mi mujer es violinista y ella tiene un don, pero además ha tenido que practicar muchísimo durante toda su vida", explica a ElPlural.com.

Dentro del hogar no enciende la tele, de la que ha formado también parte en diversos concursos y programas, y se reconoce desengañado de la política. "No sé qué ha pasado con este hombre (Ramón Tamames). Sé que ha habido un pollo tremendo, pero no tengo tiempo para esas cosas", revela. "La situación actual es un circo de tres pares de cojones. Algo muy radical tendría que pasar para volverme a conectar".

En el ámbito profesional, ocuparíamos medio periódico hablando solamente de su trayectoria, desde sus monólogos hasta la gran pantalla pasando por la pequeña o el teatro, y es que ésta va muchísimo más allá del Neng de Castefa, quien todavía le persigue "un poquito". "Cuando haces algo tan arrollador es normal, pero se van dando oportunidades de sacar más cosas". Una de ellas es En temporada baja, película que verá la luz el próximo 14 de abril y en la que aparece junto a Ana Milán, Antonio Resines, Coque Malla o Fele Martínez.

También ha participado en Nacho, la serie biográfica sobre Nacho Vidal, en el papel de Tigerman. Sobre la producción acerca del actor porno es muy claro: "Si alguien se dedica a algo que no te gusta, con no consumirlo ya está". Esta máxima la aplica a su trabajo del día a día, donde si estuvieran pendientes de las "susceptibilidades", dice, no harían nada. A partir de aquí, considera que la comedia actual es en ocasiones mejorable y que también se ha encontrado con guiones "simplones" y obras "de mal gusto": "Pero no lo censuro, simplemente lo quito", apunta sobre las segundas. No hace falta decir a estas alturas que si algo se va a encontrar el lector en esta entrevista es sinceridad y, por qué no decirlo, esperamos que también un espacio de reflexión.

PREGUNTA (P): El día 14 de abril estrenáis En temporada baja, con Ana Milán como protagonista y en la que hacéis mutuamente de pareja sentimental del otro. Cuéntanos, primero, con qué se va a encontrar la gente que vaya al cine. 

RESPUESTA (R): Con una comedia de situación en la que no hay un chistecito fácil, sino que parte de un drama común de unos personajes que están en un momento muy bajo o muy depresivo de sus vidas. A partir de ahí comienza la típica comedia de desgraciaos en la que nos reímos un poco de las desgracias ajenas. 

P: Además de ella, también aparece Antonio Resines. Ambos muy queridos entre los lectores de ElPlural.com y entre la sociedad en general más allá de algún sector reaccionario. ¿Cómo es trabajar con ellos?

R: Muy bien. A mí siempre me encanta alimentarme de personalidades que llevan mucha carrera a las espaldas. En el caso de Antonio ha sido muy fácil además de enriquecedor porque es alguien con un bagaje inmenso. Creo que ya es un mito viviente del cine español. Y con Ana ha sido también muy productivo, porque además compartimos agencia de representación y ha sido muy sencillo encontrarnos o repasar las escenas que por circunstancias no había sido posible en el set de rodaje... 

También aparecen Coque Malla (antiguo líder de Los Ronaldos y actor) o Fele Martínez (Tesis, Tinta Roja, La Estrella, Machos Alfa, Gran Hotel, Estoy Vivo o Física o química), que son dos genios de la interpretación y dos talentazos. Verdaderamente yo era el que menos se había dedicado al sector de la ficción, por lo que me ha encantado aprender de todos ellos, que llevan mucho más en el oficio. 

P: También has participado recientemente en Nacho. ¿Cómo ha sido estar en el proyecto habida cuenta de la polémica que ha traído y ante la que el propio Martiño Rivas (El Internado, Sé quién eres o Las chicas del cable) ha tenido que defender en público la serie?

R: Yo soy del parecer de que toda persona humana tiene una historia detrás digna de ser contada. Te subes en un autobús y al primero o la primera que se te cruza le puedes hacer una serie. Y la historia de Nacho Vidal no es menos contable, se trata de un tipo que te puede parecer mejor o peor a lo que se ha dedicado, pero que ha sido número uno mundial en lo suyo. Su figura te puede parecer más o menos políticamente correcta, pero ha destacado en un mundo con muchas dificultades y sobre el que tendemos a frivolizar. Son gente que tienen que sacudirse muchos prejuicios, muchos temores... y en muchos aspectos es algo ejemplar. 

Luego, como digo, te puede parecer mejor o peor, pero yo creo que si alguien se dedica a algo que no te gusta con no consumirlo ya está, tampoco hacen mal a nadie. A mí me ha parecido muy interesante conocer ese mundo un poquito más desde dentro. No hemos practicado porno en la serie, evidentemente, pero nos hemos tenido que documentar un poquito más y yo estoy muy feliz porque mi profesión me permite conocer muchas cosas que si no fuera por ella no conocería.

La historia de Nacho Vidal no es menos contable. Su figura te puede parecer más o menos políticamente correcta, pero ha destacado en un mundo con muchos prejuicios

P: Hay mucha gente que no reconoce la comedia como género. Sin embargo, tú asumes no solo que es necesaria, sino que requiere además mucho trabajo y que es "pura matemática". ¿Qué dificultades entraña este género, da igual en cine, teatro, tele o monólogos? ¿Por qué es tan complicado hacer reír?

R: Creo que principalmente porque tiene que haber algo innato. O sea, yo no te puedo enseñar a ser gracioso o graciosa, sino que debe ir dentro de ti. Al margen de eso, la comedia trae consigo una técnica que te va dando la experiencia. Igual que el que toca un violín. Mi mujer es violinista y ella tiene un don, pero además ha tenido que practicar muchísimo durante toda su vida. En este sentido, en el humor existe un patrón rítmico (silencios, énfasis, expresividad...), que si no sigues es muy complicado de enseñar. 

P: Algunas de las entrevistas que has concedido en las últimas semanas han coincidido con hechos políticos destacables. Seguramente el más sonado haya sido la moción fallida de Ramón Tamames. En una conversación que teníais conjuntamente tú, Ana (Milán) y Antonio (Resines), ella decía que lo del candidato había sido una "puñetera genialidad" y vosotros respaldabais un poco ésto. ¿Crees que en ocasiones la ficción supera la realidad?, ¿que la política o el Congreso a veces se asemejan, lamentablemente, a una comedia mala?

R: Con total sinceridad, he desconectado tantísimo de la política que no sé lo que ha pasado con este hombre. Sé que ha habido un pollo tremendo, pero no tengo tiempo para eso, estoy todo el día con mis hijos y a otras cosas... No ponemos la tele en casa.

Así que estoy súper desconectado y más aún del tema político. Creo que es un circo de tres pares de cojones. Me parece que hay una ausencia de verdad y de realidad en la política que me espanta. Tiene todo pinto de estar orquestado, de telenovela... No escucho prácticamente a ningún político que parezca mirar por la gente. Creo que todo consiste en sumar votos, escalar posiciones y la política debería ser otra cosa. Algo muy radical tendría que pasar para volverme a conectar a ella. 

Se ha retrocedido bastante en cuanto a libertad de expresión

P: Sin embargo y ya que hemos abierto el melón, hay un tema político que sí tiene que ver directamente con tu profesión y es la Ley Mordaza, que recientemente ha vuelto a ocupar portadas. ¿Dónde se encuentran para ti los límites del humor o la libertad de expresión?

R: Para mí se ha retrocedido bastante en cuanto a libertad de expresión. Soy del parecer de que cada uno puede hacer lo que quiera y si lo que hace, pretendiendo hacer reír, no te hace ni pizca de gracia, con no verlo se arregla el problema. Si tenemos que atender a susceptibilidades no podríamos hacer nada porque si te ríes de algo siempre va a haber alguien que se va a ofender. 

En mis monólogos -sin ser un tipo que entre demasiado en la provocación, me gusta el humor más blanco- he vivido algún momento extraño, en el que he notado que una persona se ha ofendido, se ha ido o incluso me ha dicho una burrada por Instagram; pero cuando he dicho otra cosa se ha reído muchísimo porque era algo que no le afectaba. Eso no vale, porque si se pueden reír del que está a tu lado, pero no de ti, no estás preparado para ir a un espectáculo de humor.

Yo me cachondeo de muchas cosas, pero te puedo asegurar que de mí se han cachondeado a saco. Tienes que saber encajar y hacer las cosas con gusto, pero el gusto de cada uno es muy distinto. A partir de aquí, yo he sido el primero que he escuchado cosas de humor que me han parecido de mal gusto, pero no lo censuro, simplemente lo quito.

En temporada baja
Fotograma de En temporada baja.
 

P: Nos quedamos en esta cuestión. Antes me decías que la película no apela al chiste fácil. ¿Ha evolucionado también el humor? Me explico, parece que cada vez más la comedia sirve como crítica a los fallos del sistema, incluso cuando los temas de la misma son controvertidos.

R: Creo que nos falta un poquito de calidad, que hay mucho chiste malo. En general, sea cine, música... se hacen cosas muy buenas, pero parece que lo que más se consume son cosas más simplonas. Que no lo censuro, ni lo critico, tiene que haber de todo; pero a veces echo de menos un poquito más de calidad. En ocasiones me llega un guion y no me hace ni puñetera gracia. No sé qué hacer con él, por más que intento readaptarlo. 

Creo que faltan guiones que te dejen alucinados. He tenido la suerte de hacer Toscana, de Pau Durá, y me pareció un guion muy inteligente, además de que él es un tipo muy sesudo y nunca hace una sucesión de chistes, sino algo más elaborado. 

P: No quiero acabar la entrevista sin mencionar al Neng. ¿Qué supuso en tu vida casi personal? ¿Te ha perseguido de algún modo? Lo digo porque hay personas que cuando hacen un personaje luego hay gente que le conocen incluso antes por él que por su nombre. 

R: Sí, claro, te persigue un poquito porque cuando haces algo tan arrollador trae consigo algo de persecución, pero han pasado muchos años, hemos seguido haciendo más cosas y ya está. Todavía hay un poquito de eso, pero también se van dando oportunidades de sacar más cosas. Yo tengo paciencia, han pasado 20 años y creo que siguen llegando oportunidades para enseñar otras cosas.

El 'Neng' me ha perseguido un poquito, pero pasó hace 20 años y siguen llegando oportunidades para enseñar otras cosas


P: Por último, un consejo tuyo, de alguien que tuvo claro que se quería dedicar a esto desde joven, a alguien que esté empezando a hacer comedia o quiera dedicarse a ello. 

R: El consejo que doy para cualquier que empieza en lo que sea, no solo en el humor, es que le apasione. Aunque te dediques a lo que te gusta, siempre es duro, así que para dedicarte a ésto -como pasa, imagino, en todas las profesiones- hay que comer bastante caquita. A veces tienes que sacrificar cosas, tienes que trabajar muchísimo, por supuesto, pagar el alquiler, ceder a ciertas cosas por profesionalidad... No es un camino de rosas, y si lo único que piensas es que quieres salir en la tele, vas muy mal. Así que pasión y dedicación sincera.