Quique, un joven que salió en bici a hacer una ruta, ha sido encontrado muerto. El peor de los presagios, tal y como explica, con mucho dolor, su padre.

Fueron dos senderistas quienes encontraron su mochila, tal y como adelanta CASO ABIERTO, portal de sucesos del grupo editorial Prensa Ibérica.

“El peor de los presagios se ha confirmado”, explica el padre de Enrique Jesus Divison. “Aunque todo apuntaba a que era él; hemos esperado a que la prueba de ADN diera positivo y… está confirmado; es él”.

Me sorprendía su valentía. Él podía tener una vida cómoda, pero no quería depender de nadie

Quique había desaparecido el 9 de febrero. El madrileño de 29 años llevaba unos meses viviendo en Asturias hasta que sus familiares perdieron el contacto con el joven en Pontedeume, en A Coruña. Quique iba en bicicleta y había avisado a su padre de que quería desconectar. “La dichosa covid le pilló allí, en casa de unos amigos, y se puso a trabajar en una fábrica de hidrogel”, dijo su padre.

“Fue cuando dejó la carrera; me costó encajarlo, pero era su decisión… lo respeté. Estudiaba Administración y Dirección de Empresas (ADE) en inglés, en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), pero decidió dejarlo en el último curso”. Ahí fue cuando le comunicó su decisión a su padre: “Esto no es lo que quiero para mí”, le dijo.

“Trabajó de todo. Fue buscándose la vida sin pedir ayuda y sin amilanarse nunca. Me sorprendía su valentía. Él podía tener una vida cómoda, pero no quería depender de nadie, de papá. En Francia estuvo de temporero, lo mismo cogía uvas, que manzanas, que limpiaba ostras”, dijo su padre en unas declaraciones recogidas por Sport. Pero antes de ir a Asturias, dejó su trabajo en Valencia y “se le veía que no estaba cómodo”.

Dejó a su perrita y no volvió

Así dejo a su perrita, Cumbia, en un hotel canino para poder realizar esta ruta a bici y ahí fue la última pista de Quique sobre su paradero. Las alarmas se encendieron cuando Quique no recogió a Cumbia del hotel. “Me han llamado del hotel canino, Quique no ha ido a por la perrita y había quedado en ir. No responde”, dice su padre.

Ese fue el primer indicio, la primera señal, de que algo no iba bien”. El siguiente llegaría unos días más tarde, su teléfono estaba apagado y “su coche apareció en Pontedeume”.

Me han llamado del hotel canino, Quique no ha ido a por la perrita y había quedado en ir. No responde

En el hotel también lo recordaban, pues muchas veces comía en estos establecimientos. “Lo vieron bien, en ningún momento lo han visto dejado o con expresión preocupante..”. “Todos hablan de él como una persona cariñosa, super correcto…”.

Las autoridades localizaron al joven en un radio próximo al que se le vio. “Es una zona abrupta, difícil de acceder, por lo que la búsqueda era complicada”, aclaran. “

El padre ha dado las gracias a los servicios de rescate y a los operativos de búsqueda. “Solo puedo dar gracias a los agentes, a los amigos de Quique, un batallón que le ha acompañado cada día desde el 9 de febrero, y a todas las personas que han buscado a mi hijo durante todo este tiempo”, cuenta con tristeza. “Lo hemos encontrado, aunque nadie quería este final”.