“España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante ese trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península…” Con estas palabras, hoy todavía vigentes, Alfonso XIII consagraba, entregaba nuestro país, el 30 de mayo de 1919, al Sagrado Corazón de Jesús, que cuenta con un conjunto escultórico en el llamado Cerro de los Ángeles, en la localidad madrileña de Getafe, cuyo ayuntamiento corrió con los gastos de su construcción y que aun hoy sufraga con las arcas municipales parte del mantenimiento del santuario que alberga esta devoción, tal vez, la más extendida por todo el territorio nacional.

Y es que como muy bien leyó el bisabuelo de Felipe VI en su discurso, la “entrega” española a esta devoción venía para “reinar en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias”. Parafraseando al presidente de Brasil en su reciente toma de posesión: “Dios por encima de todo”.

Aunque las comparaciones siempre son odiosas, no es nada exagerado porque en España rara es la capital de provincia que no cuenta con una gran escultura dedicada al Sagrado Corazón, presente también en la mayoría de las localidades con cierta importancia demográfica, llegando, incluso, en algunas de ellas a superar a la getafense en dimensiones y altura.

Los ayuntamientos corren con los gastos

Conjuntos escultóricos situados por regla general en montículos y lugares de máxima visibilidad que cuentan con accesos por carretera e iluminación constante, cuyo mantenimiento corre exclusivamente por parte de los ayuntamientos, a pesar de que dichas esculturas están bajo la protección religiosa de las distintas diócesis españolas (gran parte de esos monumentos y espacios que los acogen están inmatriculados), lo que no impide que la factura de la luz sea pagada por los consistorios “religiosamente” todos los meses, nunca mejor dicho.

Pero no solo eso. La Iglesia ya se ha puesto en contacto con muchos ayuntamientos para recordarles que a lo largo de 2019 se realizarán distintos actos litúrgicos y sociales en los emplazamientos donde se encuentran estas imágenes, instando a estos municipios a que tengan los lugares adecentados y aptos para la celebración de las actividades religiosas, según reconocen a ELPLURAL.COM fuentes del Ayuntamiento de Cuenca, ciudad donde una gran escultura del Sagrado Corazón de Jesús corona el Cerro de Socorro, y que desde julio de 1957 preside este estratégico lugar visible desde cualquier punto de la capital, donde no hace mucho operarios del servicio eléctrico municipal cambiaron la iluminación y sanearon el cableado eléctrico, aseguran.

Amplia red de colaboradores

Sagrado Corazón que cuenta con distintas organizaciones cristianas que desarrollan una vasta labor en pro de la militancia activa y captación de nuevos seguidores. Así, en las redes sociales existen varias páginas webs (http://devocionalsagradocorazon.org/, http://monasteriosvisitacion.com/, corazondecristo.org) en las los interesados pueden recoger toda la información necesaria para seguir a esta corriente que cuenta, además, con la llamada “Guardia de honor” del Sagrado Corazón de Jesús, que según su web es la “reunión de fieles cristianos que practican esta devoción”, siempre bajo la “espiritualidad de santa Margarita María de Alacoque”, matizan.

Eso sí, todas estas organizaciones, reuniones de fieles, asociaciones o iniciativas disponen de cuentas corrientes donde los interesados pueden hacer sus donativos, de 10 euros en adelante. Incluso, los “guardianes” tienen abierta una cuenta en el banco  HSBC, que opera en la City londinense, posiblemente la entidad bancaria más amonestada por la justicia a lo largo de su historia por haber dado protección a grupos del crimen organizado, evasores de impuestos y cárteles dedicados al narcotráfico.

Finalmente, cabe destacar que el llamamiento de consagración realizado hace una centuria por el Papa, sólo fue seguido en Europa por España y Polonia, mientras que Francia, Italia o Portugal, declinaron la invitación vaticana, no así 14 países latinoamericanos que siguieron los pasos dados, ahora hace 100 años, por Alfonso XIII que llevó a todo un país “al corazón de Jesús” y más tarde a una fratricida Guerra Civil.