La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideran que no es necesario poner una tercera dosis de refuerzo a los vacunados con vacuna de Pfizer contra el coronavirus.

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos responden así a la solicitud de la firma farmacéutica, que defiende la conveniencia de una tercera dosis para hacer más efectiva su vacuna. La FDA y el CDC creen que es mejor esperar a que se realicen más estudios al respecto para tomar una decisión final. 

En una declaración conjunta, ambas entidades dejan claro que no consideran necesario en estos momentos una tercera dosis porque se requieren más datos y posiblemente varios meses más de investigación y análisis, antes de que los reguladores puedan determinar si requerirán.

Representantes de Pfizer habían presentado a las autoridades sanitarias estadounidenses algunos informes preliminares sobre la vacuna que comercializan y la necesidad de una tercera inyección para quienes hayan sido inoculados con ella.

La experiencia de Israel con la tercera dosis

La decisión de dichos organismos ha tenido lugar el mismo día en que Israel ha comenzado a administrar terceras dosis de la vacuna Pfizer a pacientes trasplantados de corazón y a otras personas con problemas inmunológicos. De hecho, el estudio realizado por la compañía que le ha llevado a formular esta petición recopila muchos datos recabados en Israel.

Pfizer está recopilando información sobre las respuestas de los anticuerpos en aquellos pacientes que reciben una tercera dosis de la vacuna y espera enviar, al menos parte de esos informes, a la FDA las próximas semanas para lograr una autorización del uso de una tercera inyección