Las investigaciones realizadas por la OCDE y otros estudios internacionales avalan la importancia de liderazgo de los equipos directivos en la calidad y mejora educativa. Las escuelas que cuentan con un liderazgo consciente y competente logran mejorar el rendimiento académico de los alumnos y la convivencia en el centro. Así lo han podido constatar durante el año pasado un centenar de docentes procedentes de 50 centros educativos que han formado parte de la pirmera edición del Programa de Liderazgo para el Aprendizaje que EduCaixa, el programa educativo de la Fundación ”la Caixa”, ha llevado a cabo de la mano de un equipo de expertos y académicos de ámbito estatal y en colaboración con el Institute of Education (IOE) del University College de Londres (UCL).

Se trata de un programa pionero en España para la transformación educativa con la mirada puesta en el liderazgo de los equipos docentes para mejorar la calidad de los aprendizajes del alumnado y del conjunto del sistema. En su primera edición (curso 2019-2020), el programa recibió proyectos de 233 centros educativos provenientes de todas las comunidades autónomas de España. En total se seleccionaron 50 parejas de líderes docentes de 50 centros escolares.

Todos los participantes han plasmado su experiencia y percepción acerca de su propia evolución y la de sus centros a través de un sistema de evaluación propuesto por EduCaixa y el IOE. Entre los resultados destaca que el 96,55 % han percibido cambios en el centro y en la misma proporción revelan que han percibido cambios en el profesorado. En cuanto a cambios en el alumnado, los reconoce el 82,76 % de los participantes. Todos ellos coinciden en haber mejorado en la calidad del aprendizaje y el clima escolar.

"La pandemia ha sido un revelador y un acelerador de esta realidad”

Anna Jolonch, directora científica del Programa de Liderazgo para el Aprendizaje de EduCaixa, ha explicado durante la presentación de resultados de este programa que es todavía pronto para ver mejora en los resultados académicos de los centros en los que se ha trabajado este programa, pero ha enfatizado en que "los cambios en educación son a largo plazo". En su opinión, la verdadera noticia es haber introducido en nuestro país un programa de estas características. "Pasamos de una cultura de la gestión a una cultura del empoderamiento y del liderazgo pedagógico", ha argumentado, añadiendo que "la pandemia ha sido un revelador y un acelerador de esta realidad”.

Aunque la mayoría de los profesores que han formado parte de este programa ya tenían un alto nivel de cultura docente colaborativa, es una buena opción para todos, estén o no entusiamados con un modelo de liderazgo distribuido. De lo que se trata, ha explicado, es que los equipos directivos generen un nuevo escenario en el que poderen a sus equipos y establezcan un modelo de responsabilidad compartida. "Tenemos mucho trabajo por hacer para el aprendizaje colaborativo y aprender de otras escuelas y otros líderes", ha dicho.

En la presentación también estuvieron los docentes Nuria Hernández y Ana Rodríguez, del CEIP Ramón María del Valle Inclán, en Madrid, además de Silvia Elices y Marisa García, del IES Valmayor de Valdemorillo en Madrid, todas ellas participantes en la primera edición del programa. 

Nuria Hernández, directora del CEIP Ramón María del Valle Inclán, destacó que había mejorado muchísimo el ambiente del Claustro de profesores convirtiéndose en un escenario para discutir las cosas y acordar entre todos la mejor actuación. "El impacto en el alumnado ha sido enorme", ha concluido. Su compañera Ana Rodríguez ha destacado también cómo se ha involucrado a las familias creando el Consejo Escolar y el Ampa, que hasta entonces no se había hecho. 

"Nos ha hecho hablar mucho con los compañeros y replantear la vida en el centro"

Todas los docentes estuvieron de acuerdo en que no es sólo un programa teórico. "Nos ha hecho hablar mucho con los compañeros y replantear la vida en el centro", subraya Silvia Elices, directora del IES Valmayor. De esta manera han desarrollado el aprendizaje entre iguales, abriendo las puertas de las aulas: "Hemos planteado la observación para aprender, para mejorar y plantera nuevos proyectos".

Otra de las claves ha sido, según añadió su compañera Marisa García, colaborar todos los docentes para evitar que alumnos con peores resultados se quedaran en el camino: "Nos está dando muy buenos resultados la función de animar y hacer ver al alumno que puede superar la dificultad del tipo que sea". El programa también les ha servido para reducir la brecha digital. Una de los últimos cambios que se ha introducido en el centro ha sido la digitalización y todos los profesores han aprendido juntos a utilizar las herramientas. 

El alumno debe liderar su propio proceso de aprendizaje

En cualquier caso, el verdadero protagonista del programa es el alumno, que debe liderar su propio proceso de aprendizaje. ¿Y qué cambios o mejoras han experimentado estos docentes en relación a sus alumnos? Mayor autonomía y más trabajo cooperativo, entre otras cosas, que acabarán en mejora de los resultados académicos. También mejora general de la convivencia y reducción del absentismo escolar. "He podido observar un aumento de los procesos metacognitivos en el aula, se promueve con más frecuencia la reflexión en el alumnado, se tienen en cuenta sus opiniones y, a cambio, se obtiene un mejor clima de aula y una mayor implicación del alumnado en su propio proceso de aprendizaje".

 

Anna Jonloch recordó que la batalla pedagógica se hace en los niveles intermedios y que el aprendizaje de los amestros es una tarea continua a lo largo de su vida. "Todos los docentes deben tener oportunidades como esta", concluyó.

¿Cómo inscribirse?

De momento, otros 50 centros podrán acceder a la segunda convocatoria de este programa y cuyo plazo de solicitud termina el próximo 19 de marzo. En este enlace puede encontrar más información sobre el programa e instrucciones para inscribirse.