En la primera misa que ha oficiado el papa León XIV como pontífice, tras salir elegido en el cónclave del pasado jueves, ha salido con zapatos negros, al igual que usó Francisco en su pontificado abandonando la tradición de los zapatos rojos. Además, dos mujeres, las únicas presentes en la misa, han leído las lecturas en la Capilla Sixtina ante los miembros del colegio cardenalicio.
Esta misa ha sido ante los cardenales que le han elegido pontífice, y aún no se conoce la que oficiará al inicio de su pontificado con la presencia de delegaciones y jefes de Estado de todo el mundo. Por ahora, la agenda del Papa se encuentra el rezo del domingo del Regina Coeli.
La primera misa de León XIV
Durante la homilía, el nuevo Papa ha trasladado un mensaje de unidad a los cardenales a los que ha pedido que “caminen” a su lado. Así, León XIV ha querido mostrar su visión pastoral de la Iglesia además de mandar un mensaje a sus purpurados. Esta visión pastoral y cercana a los más desfavorecidos fue también transmitida por Francisco I.
El pontífice ha hecho una reflexión sobre cómo es percibido Jesucristo en la sociedad actual al que se reduce a “líder o superhombre”, incluso entre muchos bautizados. Esto ha sido considerado por el nuevo pontífice como “un ateísmo de hecho”.
León XIV ve también urgente llevar el Evangelio a lugares donde los cristianos son “despreciados” pues en algunos contextos se considera que la fe cristiana es “para personas débiles y poco inteligentes”. En los últimos tiempos, la fe ha sufrido un declive en favor del “dinero”, del “poder o el placer”, ha continuado el pontífice. También ha asegurado que la ausencia de fe trae consigo “la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordio o la violación de la dignidad de la personas en sus formas más dramáticas”.
Antes de la misa, el Papa cenó en la noche del jueves con los 132 cardenales que lo eligieron en la cuarta votación, en un cónclave que se desarrolló más rápido de lo esperado. En su primer discurso como Papa en la plaza de San Pedro dijo: "Juntos, debemos intentar descubrir cómo ser una Iglesia misionera, una iglesia que construye puentes, establece diálogo". "Sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros", añadió.
Está previsto que el domingo a las 12:00 horas, el nuevo Papa se asome al balcón central de la basílica de San Pedro, el mismo desde el que fue presentado al mundo como León XIV, para rezar la Regina Coeli.