En España hay aproximadamente seis millones de personas con diabetes, una de las enfermedades no contagiosas más frecuentes en el mundo. Se produce a consecuencia de que el páncreas no es capaz de fabricar la insulina suficiente o por una resistencia a su acción, cuando las células no responden a su estímulo.

La incidencia de esta patología, lejos de reducirse, no ha dejado de aumentar en los últimos años y se estima que lo seguirá haciendo debido, en buena parte, al incremento de la obesidad y al envejecimiento de la población. Pero en nuestro país, además, se ha alcanzado una prevalencia del 14,8%, lo que significa la segunda tasa más alta de Europa.

A este preocupante dato, se suma, advierten desde la Sociedad Española de Diabetes(SED), el alto porcentaje de ciudadanos no diagnosticados, casi un tercio, el 30,3%.

En nuestro país, en los dos últimos años se ha producido “un fuerte aumento del número de adultos con diabetes, una tendencia preocupante que afecta a la vida de millones de personas”, advierte el Dr. Antonio Pérez Pérez, presidente de la SED y director de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayor parte de los pacientes presenta diabetes tipo 2, y que esta, en el 70% de los casos se puede prevenir.

Alimentación y ejercicio

Para ello, al igual que para quienes padecen la enfermedad, la alimentación y el ejercicio juegan un papel clave.

Es muy importante cumplir las recomendaciones, las cuales pasan por seguir una dieta sana, mediterránea, sin alimentos procesados ni dulces y en la que abunden verduras, hortalizas, frutas enteras, legumbres, frutos secos y pescados.

Los facultativos, no obstante, subrayan que no hay única manera saludable de comer, sino que hay que adaptarla a las características de cada persona. “Cada persona con diabetes tiene unas peculiaridades, unas comorbilidades presentes y unos riesgos que evitar y ahí es donde empieza la personalización de la dieta de cada paciente”. Dra. Clotilde Vázquez, jefa del departamento de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Del mismo modo, llama la atención sobre los llamados “superalimentos”, que no han dejado de ganar popularidad en los últimos años y que prometen beneficios que en muchos casos “no están demostrados suficientemente”.

Por otro lado, es vital realizar ejercicio de forma regular, en la medida de las posibilidades de cada uno. Esta endocrinóloga insiste en la importancia de cualquier tipo de actividad, aunque tenga que ser pequeña o haya que fraccionarla a lo largo del día.

En la actualidad las terapias para los diabéticos se basan, precisamente, además de en controlar mediante diferentes fármacos los niveles de glucosa, en cambiar el estilo de vida.

Graves complicaciones

Controlar la diabetes es fundamental, ya que es una enfermedad que puede acarrear graves complicaciones crónicas. Los elevados niveles de glucosa en sangre deterioran a la larga la funcionalidad de diferentes órganos y tejidos, ya que producen en las células una respuesta inflamatoria y estrés oxidativo.

Es por esta razón que afecta a riñones, ojos, nervios y sistema cardiovascular. La diabetes es un factor de riesgo de aterosclerosis, cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular y la principal causa de enfermedad renal crónica y entrada de pacientes en programas de diálisis y trasplante. De hecho, la mayor parte de los fallecimientos en pacientes con diabetes tipo 1 y 2 están relacionadas con complicaciones vasculares y renales.

Una asignatura pendiente

Frenar el ascenso imparable de la incidencia de esta enfermedad, reducir el porcentaje de no diagnosticados y mejorar el seguimiento médico son los retos de cara al futuro.

“Debemos hacer más para proporcionar un acceso asequible e ininterrumpido al seguimiento médico de la diabetes a todas las personas que lo necesitan en España y en todo el mundo. Los dirigentes políticos y sanitarios deben pasar de las palabras a los hechos para mejorar la vida de las personas con esta enfermedad y prevenir esta patología en aquellos con alto riesgo de desarrollarla”, concluye el presidente de la SED.