Un hombre de 69 años ha sido detenido en la localidad vizcaína de Ortuella, acusado de un delito de agresión sexual contra una joven que había llegado recientemente a Euskadi desde un país sudamericano. La víctima, que se encontraba en la vivienda del detenido para proporcionar asistencia domiciliaria, fue supuestamente agredida durante una sesión de masaje en la que el hombre se hizo pasar por masajista. Según informaciones, la joven se sintió paralizada y en una situación de indefensión, complicada aún más por su desconocimiento del entorno y la falta de contactos en la zona.
El incidente salió a la luz después de que la afectada acudiese a una comisaría para denunciar lo ocurrido. Tras la investigación, el presunto agresor fue citado en las dependencias de la Ertzaintza en Muskiz el pasado lunes, donde finalmente fue arrestado. Además de enfrentarse a un delito de agresión sexual, se le acusa de coaccionar a la víctima para que retirase la denuncia.
La Ertzaintza encontró una plantación de marihuana en casa del detenido
Durante el registro de la vivienda del acusado, los agentes de la Ertzaintza descubrieron una plantación de marihuana. La operación reveló la existencia de un centenar de plantas, junto con todo el equipo necesario para su cultivo. Además, se constató que la electricidad utilizada en el domicilio procedía de una conexión ilegal, lo que ha llevado a la imputación de un delito de defraudación de fluido eléctrico y otro contra la salud pública al detenido.
El hombre fue puesto a disposición judicial este pasado jueves. El juez de guardia, tras evaluar el caso, decidió dejarlo en libertad con la condición de que comparezca ante la corte cuando sea requerido. Este caso ha resaltado no solo la gravedad de la agresión sufrida por la joven, sino también la compleja red de delitos que se ocultaba tras la fachada de una oferta de trabajo doméstico.