La Guardia Civil ha llevado a cabo la operación 'Mochila 24', en la que se ha detenido a siete personas relacionadas con un grupo criminal especializado en robos de joyas y relojes de lujo en viviendas de la Marina Alta, Alicante. La investigación, que se inició a finales del año pasado, ha permitido identificar a los presuntos autores de los robos, así como a un joyero de Gandia y sus dos hijas, quienes supuestamente participaban en la venta de las piezas sustraídas. Los objetos recuperados han sido devueltos a sus legítimos propietarios.

La operación se puso en marcha tras una serie de robos en las urbanizaciones de Orba y Els Poblets, que generaron preocupación entre los vecinos de la comarca. Las autoridades constataron que los robos coincidían en horario con otros delitos cometidos en los municipios de Benissa, Teulada y Moraira. El grupo criminal seleccionaba viviendas fuera del casco urbano, accediendo a pie para evitar ser detectados, y empleaban gran violencia en sus acciones, llegando incluso a retener a los ocupantes de las casas.

La investigación condujo a los agentes hasta un taller mecánico en l'Alqueria de la Comtessa, Valencia, desde donde operaba la organización. El grupo estaba compuesto por cuatro individuos, entre ellos el propietario del taller y un concesionario de vehículos de segunda mano en Oliva. Además, uno de los detenidos es yerno del propietario de una joyería en Gandia. Los registros realizados en dos domicilios de Gandia, una joyería y el taller, permitieron incautar más de 600 piezas de joyería, 33 relojes de lujo, dinero en efectivo, cuatro vehículos de alta gama y material utilizado en los robos.

Red de robos de joyas desarticulada en la Marina Alta

Las Áreas de Investigación de los Puestos de Verger y Moraira, bajo la dirección de la Compañía de la Guardia Civil de Calpe, han desarrollado la operación con el apoyo del Grupo de Reserva y Seguridad número 3 de Valencia, el Servicio Cinológico, el Grupo de Apoyo a la Compañía de Calpe y otras unidades de seguridad ciudadana. La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Dénia, lo que ha permitido coordinar los esfuerzos necesarios para desarticular esta red criminal.

El modus operandi del grupo criminal consistía en seleccionar viviendas fuera del casco urbano, accediendo a pie y cubriendo sus rostros para evitar ser identificados. Utilizaban comunicadores portátiles para coordinar sus acciones y empleaban barras de hierro o mazos para romper puertas y ventanas. En algunos casos, incluso llegaron a retener a los ocupantes de las casas, lo que añade un nivel de gravedad a sus acciones. La violencia empleada en estos robos destaca entre las tácticas utilizadas por el grupo.

La detención del joyero de Gandia y sus dos hijas se produjo durante la segunda fase de la operación, cuando la Guardia Civil logró reunir pruebas suficientes para implicarlos en la venta de las joyas robadas. La recuperación de los objetos sustraídos ha sido un éxito para las autoridades, quienes han trabajado arduamente para devolverlos a sus dueños.

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