El youtuber Dalas Review ha atribuido este viernes la acusación que ejerce una menor contra él por abuso sexual y ciberacoso sexual infantil a "una conspiración" de un grupo de fans que decían "burradas" para hundirle " lo máximo posible".

Daniel José Santomé Lemus (el verdadero nombre del youtuber), de 25 años, se sienta en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Madrid presuntamente por abusar de una menor, una fan suya de 13 años que conoció en el verano de 2015 a través de la red social Twitter. A su entrada a esta sede judicial, ha grabado con su móvil a los periodistas y cámaras que esperaban su llegada, para luego retransmitirlo por internet, pese a las advertencias de su abogado. El polémico youtuber canario se enfrenta a una petición de pena de cinco años de prisión, once años de inhabilitación especial y nueve de alejamiento de la supuesta víctima.

No es la única denuncia de acoso a menores

La niña de 13 años no es la única fan que le ha denunciado. En el juicio, un agente de la Policía Nacional ha hablado de más denuncias, una de ellas archivada y otra en instrucción. En este caso, la joven contó a sus padres los abusos que sufrió supuestamente después de conocer que había "más casos" de chicas en su misma situación.

En su declaración, Santomé Lemus ha explicado que conoció a la chica aquel verano e inició entonces una relación de amistad a través de las redes sociales. "Se estaba peleando con unos hackers por Twitter y la seguí", ha contado. Según su relató, la menor le comentó que tenía 16 años, si bien algo después le dijo que tenía 14. Sobre la edad, ha negado que la niña le dijera realmente su edad y que él le manifestara que era "una tontería" dejar de hablar por esa cuestión.

El youtuber ha insistido al tribunal que nunca la propuso nada sexual y que hablaban de temas personales. "Me contaba sus dramas personales", ha dicho, reconociendo que sí le dijo que se acercara a una firma de libros, al igual que hacía con otros fans con los que hablaba por las redes sociales, justificó. Sobre los hechos objetos de la acusación, ha negado que le realizara tocamientos en el madrileño Parque de El Retiro, algo de lo que ha dicho que era "imposible". "Jamás", ha subrayado, negando que tuviera lugar tal encuentro. "Es imposible estar con alguien sin que me grabe. Soy muy cuidadoso. No se me hubiera ocurrido en la vida besarme en medio de un parque", ha aseverado.

Supuesta conspiración femenina

Además, ha contado que todo es consecuencia de un chat de chicas que decían "burradas" sobre él para "hundirle". "Luego pasaron a hacerme un escrache público y hablar mal de mí en las redes. Las fans se pusieron de acuerdo para hundirme lo máximo posible y que la gente me odiara", ha manifestado.

"Yo intenté ayudar a muchos fans. Pero lo dejé porque luego me hacían escrache público. Mucha gente por mi trabajo me pide ayuda", ha manifestado. La versión de la víctima, que ha declarado por videoconferencia acompañada por su padre, difiere en algunos puntos sobre la versión del acusado. Tras relatar cómo se conocieron, ha narrado a la fiscal cómo se produjo el episodio de abuso sexual del 8 de febrero de 2016 después de que ambos quedaran en la estación de Atocha.

"Insistió en darme mi primer beso y le dejé. Luego quiso ir a un hotel, pero a mí me daba miedo. Y fuimos al Retiro que estaba a un paso. Me besó, le dejé hacerlo. Empezó a tocarme, a darme besos", ha relatado la chica, quien le contó a una amiga lo que pasó porque le daba vergüenza decírselo a sus padres. A los meses, se enteró de que Dalas hizo lo mismo con otras fans. "Había más chicas en mi situación y queríamos ayudarnos", ha señalado a la sala, al tiempo de reconocer que quisieron borrar las conversaciones porque sabían que "muchos famosos suelen acusar a sus víctimas de conspiración" y no querían que pasara eso.

En mayo de 2016, contó a sus padres lo sucedido. Y acudieron a una comisaría a denunciar los hechos. El padre de la chica ha señalado que cuando se enteró de que su hija conversaba con un mayor de edad por la red le intentó persuadir acerca de que no era lo conveniente.

"Tenía una relación de confianza con mi hija. Y me mostró vídeos con tono sexual y otros vídeos inaceptables. Empecé a preocuparme cuando me dijo que tenía su teléfono ", ha reseñado.

Petición de fotos desnuda a la menor

Según el relato del fiscal, el acusado y su supuesta víctima contactaron a través de Twitter entre julio y agosto de 2015. "En este momento la menor tenía 13 años de edad", según apunta el escrito. Los contactos se intensificaron en septiembre de 2015, vía el servicio de videollamadas Skype.

Entonces, éste le comenzó a mostrar el interés que tenía hacia ella y le pidió que le mandará fotos desnuda. "Cuando ella le objetaba que era menor de edad, él le decía que era una tontería", señala el fiscal, que agrega que éste le pidió que borrara conversaciones para que no las leyeran sus padres.

El episodio de abuso sexual se produjo el 26 de enero de 2016 durante la firma de uno de sus libros. En un momento a solas, le realizó tocamientos. Tras este hecho, "comenzó a acosarle a través de Whatsapp". El 8 de febrero de 2016 volvieron a verse en la estación de Atocha, donde se volvieron a producir tocamientos.