Los amantes de la novela de intriga y del buen thriller van a disfrutar y dar súbitos y enormes saltos en cada capítulo del nuevo libro del escritor valenciano, David Orange, 'Romperás la noche con un grito'. Confieso que desde hace tiempo que un libro de este género no me había tenido tan absorto y enganchado a sus páginas como lo ha hecho esta nueva obra de Editorial Planeta. Y no es un proceso evolutivo tenerte en este estado a lo largo de su lectura sino que lo hace desde el primer capítulo hasta último.

David Orange simplemente lo borda en una apasionante novela negra, con un profundo estudio de sus personajes al tiempo que nos transporta en un recorrido por la Valencia más profunda y la más moderna, la tradicional y la más compleja. Si Manuel Vicent describió en 'Tranvía a la Malvarrosa' el mar y la muerte, el aroma y la geografía de Valencia, David Orange nos monta no en un tranvía sino en un tren de alta velocidad desenfrenado que a cada paso vertiginoso de estación (El Ensanche, Benicalap, Alboraya, La Albufera, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, los barrios de Nazaret y del Carmen, La Canyada, la Catedral o el casco antiguo…), nos sorprende con un nuevo salto de la trama. El libro es una auténtica novela policíaca destinada a ser un bestseller.

He tenido la oportunidad de conocer los rincones y lugares de la capital valenciana de la mano del propio David Orange recorriendo los distintos escenarios de la novela. En el intenso periplo por la capital del Reino de Valencia, David me muestra los rincones, las calles de -adinerados a humildes pasando por marginales y bajos fondos, lugares donde acontecen los hechos narrados. Barrios, ambientes, atmósfera, callejuelas, paisajes como el de la Albufera o las huertas de Alboraya que resisten a la piqueta y el cemento.  Comida con paella “como debe ser”, es decir con leña de naranjo, agua de Valencia, “garrofón”, “esmorzaret” a bordo de un “albuferenc" en El Palmar, la barca típica de estos humedales. Si Di Caprio gritó “Soy el rey del mundo” en la proa del Titanic, algunos fuimos por unas horas el Tonet de 'Cañas y Barro' de Vicente Blasco Ibáñez a bordo de un albuferec.

Portada del libro Romperás la noche con un grito

'Romperás la noche con un grito' es la intriga y la novela policíaca personificada. La trama parte de temas de cierta contemporaneidad en España como es el caso de los bebés robados, en concreto del secuestro de Samuel, un bebé de siete meses trufado con la existencia de redes de pornografía y prostitución infantil. De fondo, además de otros escenarios, la inmensa red de acequias que la desviación del cauce del río Turia provocó y que creó en Valencia un subsuelo laberíntico donde anidan desde fiestas ilegales a escondites delincuenciales. “Ni los policías lo conocen en su totalidad. Muy poca gente te podría llevar de la mano por esa red tan inmensa y extensa”, me dice el autor de la novela en el bus que nos llevará a El Palmar.

El argumento gira en torno a un médico soltero, Ignacio Durán, que usó la maternidad subrogada para ser padre pero cuenta con distintos y variados personajes con muchísima fuerza. A destacar como hilo conductor de la novela la inspectora de la Policía, Elisabeth Bru. Narra los tres frenéticos días de investigación recorriendo los rincones, zonas, barrios, enclaves y calles de Valencia donde sucede todo. Ya se sabe que en un secuestro las primeras seis horas son esenciales para un feliz desenlace. Pasado ese tiempo cada minuto, cada hora, cada página y cada capítulo estrechan el círculo de finiquitar bien la operación policial. Y solo como anticipo adelanto que los secuestradores huyeron con el bebé a través de la "red de túneles, olvidado, oscuro y tenebroso”.

Llegando al Tribunal de las Aguas, me dice David Orange que él ha bebido mucho de las obras de Stephen King y de Stieg Larsson. La influencia del autor de Miserys se ve nítidamente en 'Romperás la noche con un grito' en su sentido de la narración y la fuerza de sus personajes animados. Del escritor nórdico autor de Millennium capta su habilidad para jugar con los temores de los lectores. Y la fuerza que le imprime a la inspectora Bru me recuerda al que imprimía Larsson a la investigadora Lisbeth Salander. No le falta el toque cinematográfico a la novela pues Orange es un cinéfilo y adicto confeso de filmes de este género desde Seven a El silencio de los corderos.

En definitiva el lector hallará una narración impetuosa, desenfrenada e, incontenible de las 72 intensas horas de investigación de un secuestro que, a la manera de un puzzle, presenta piezas distintas para armar y que finaliza de manera inesperada.
No les digo más, lean el libro recientemente sacado a la luz por Editorial Planeta: será un ejercicio de inteligencia del que no se arrepentirán… aunque griten por la noche.