Las fotos se tomaron cuando la pareja estaba de vacaciones en la Provenza y según la BBC, son reales.




"La última vez que vimos a Kate y Guillermo en un balcón fue en su boda. Pero tenían más ropa encima", relata uno de los pies de foto de la revista. "La gente siempre dice que ella no necesita vestirse para tener buen aspecto. Bien (...) Kate lo está demostrando". Closer también señala que Kate fue captada fumando un cigarrillo mientras la pareja salía del cercano aeropuerto de Marsella cuando llegaron en un vuelo comercial.

La publicación de estas imágenes reabre el debate en el Reino Unido sobre la privacidad de la familia real y el derecho a la información. Un debate, que no es exclusivo de nuestros vecinos británicos. Aquí, sin ir más lejos, todavía no sabemos dónde han estado de vacaciones los Príncipes de Asturias. Tampoco el Rey, aunque luego pidió perdón, consideró oportuno informar de su participación en la polémica cacería de Botsuana por considerar que formaba parte de su vida privada.

Don Juan Carlos podría aconsejar ahora a los Windsor cómo hacer para evitar que esas fotografías se difundan en el Reino Unido. Él lo consiguió con unas suyas muy comprometidas en las que tomaba el sol desnudo en la cubierta de un barco. Las publicaron sólo en Italia y aquí sólo las mencionaron El Mundo y la revista Época. Claro, que entonces no existían ni internet ni las redes sociales.