Arrancan las Ferias del Libro de las ciudades más importantes del país y, entre ellas, la de Madrid, escaparate nacional de la fauna y flora literaria y editorial contemporánea. Muchas cosas no han ido a mejor, y no sólo por la maldita pandemia, en una selva editorial en la que la mayoría de los grandes grupos se afanan en la no-literatura, es decir, en ajupar a gente de las redes sociales y los medios de comunicación que, en la mayoría de los casos no sólo no saben escribir, si no que además no les importa, tampoco saben hablar, con la complicidad de sus editores que explotan a escritores de verdad bajo la necesidad de la esclavitud escribana y anónima.    

Coincide el arranque de la feria del Libro de Madrid, que estrena dirección con la periodista Eva Orúe, con el día de la Comunidad Autónoma Insular de las Islas Canarias, que entrega además, el día 30 sus máximos premios y distinciones. Entre ellas, hay que celebrar el auge, una vez más, de las voces femeninas de nuestra lengua. No por cuestión de cuotas, sino de calidad y de realidades. A destacar la altura intelectual y literaria de algunas poetas, como en el caso de la palmera Elsa López.  La editorial Hiperión, con su insumergible director, el escritor Jesús Munárriz, editó hace unos años A mar abierto, una compilación de las obras completas de la poeta desde 1973 hasta 2003, y Travesía, que se alzó con el Premio Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”. Sobre su poesía, de la difícil sencillez machadiana, dice en el prólogo el poeta Pablo García Baena: “¡Cuanta Vida en sus libros! Naturaleza virgen y profusa que se enlaza con el amor en orografía de rocas, ríos, torrentes; el paisaje es siempre isleño -aún cuando el verso vuele a ciudades agrias de cemento o a países remotos- de ínsula cercada, la ínsula de Elsa por conquistar siempre y a la vez entregada, insobornable y sumisa”.  Pero, además, ya lo dije en cierta antología sobre el tema, Mujeres de Carne y Verso, y sobre ella, Elsa López es una mujer con dos orillas. Atlántica y, por extensión, universal. En ella se aúnan las tradiciones de la mejor poesía española, y la de las grandes maestras latinoamericanas como Alfonsina Storni o Gabriela Mistral

El máximo dirigente canario ha recordado en sus redes sociales que la creación de la escritora palmera Elsa López “ha enriquecido la cultura canaria. Además de la calidad literaria de su obra, con su lenguaje literario ha creado una memoria individual y colectiva arraigada a la tradición canaria y, también, universal”, indicó. Elsa López Rodríguez nace en Santa Isabel de Fernando Poó, en Guinea Ecuatorial, el año 1943. Vive en La Palma (Canarias) desde 1947 hasta 1955, año en que se traslada a Madrid, donde estudia el Bachillerato y hace la carrera de Filosofía, que termina en 1965. Después de un año en Lausana (Suiza) como alumna y profesora de Literatura Española, regresa a España y compagina la docencia con la investigación antropológica. En 1973 presenta en la Universidad Complutense de Madrid la tesina Las supersticiones en la isla de La Palma. En julio de 1980, defiende en la Universidad Autónoma de Madrid su tesis doctoral, basada en investigaciones de campo realizadas en una aldea del norte de La Palma (El tablado de la Montañeta. Estructura social y cultural de una comunidad campesina en la isla de La Palma) y que merece el cum laude y con ello el título de doctora en Filosofía. En 1982, es nombrada catedrática de Filosofía.  A esas dos facetas, de investigadora y docente, hay que unir su importante labor literaria. En 1987, es nombrada presidenta de la sección de Literatura del Ateneo de Madrid.  En 1989, crea Ediciones La Palma, que se dedica principalmente a difundir la poesía. Del año 1987 hasta el 1989, es organizadora y miembro de La Ortiga, un grupo de músicos, escritores y artistas con el que participa en recitales, conciertos y grabaciones que difunden la poesía y el arte por toda España. En 1993, se le concede el I Premio de Investigación José Pérez Vidal y se traslada a Canarias en comisión de servicio dentro de la Dirección General de Cultura del Gobierno autonómico, donde pone en marcha dos proyectos: El Papel de Canarias y Memoria de las Islas. En 2000, regresa a su cátedra de Madrid y en agosto de ese mismo año es nombrada directora de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. En 2004, es designada Académica Correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, y en 2006 es nombrada ante la Unesco Embajadora de Buena Voluntad de la Reserva de la Biosfera Isla de La Palma. Ha sido presidenta del Ateneo de La Laguna, y en 2016 fue galardonada por el Gobierno de Canarias con la Medalla de Oro por el impulso al mundo de la literatura, la investigación y la etnografía.  En la actualidad, dirige Ediciones La Palma y Promoción Cero, una empresa dedicada a la difusión de la literatura y el arte. Algunas de sus actividades más recientes son la reedición del poemario Inevitable océano y la participación en un documental con el mismo título sobre su vida dirigido por Tarek Ode (2018). La creación literaria de Elsa López emerge en la segunda mitad del siglo pasado como una de las escritoras más constantes y cuya voz se centra en la nostalgia por el paisaje de la isla, el territorio de la infancia y el continuo transitar por la memoria sentimental y emocional. El amor es brújula y timón de la mayoría de su obra poética. Ha publicado numerosa obra en verso y narrativa. En esta última modalidad: El corazón de los pájarosTenerifeEl Hierro: la isla del fin del mundoLas brujas de la isla del vientoEl viaje o Una gasa delante de mis ojos.  Entre sus poemarios se hallan El viento y las adelfasInevitable océanoPenumbraDel amor imperfectoLa Casa CabreraLa fajana oscuraCementerio de elefantesAl final del aguaTránsitoMar de amoresQuince poemas de amor adolescenteLa peceraTravesía; De la A a la Z Canarias y Ofertorio. Ya tardaba en premiar, Canarias, justamente, en otorgarle a la poeta Elsa López el merecido Premio Canarias de Literatura, la máxima distinción de la Comunidad, a la que es, no sólo una de las poetas imprescindibles de su generación, si no además la mayor embajadora de la poesía y la antropología canaria. Con esta distinción, Canarias Premia a la escritora Elsa López, pero es Elsa López que la que premia a las Islas, hace décadas, consagrando su obra al amor incondicional que pasa por la piel volcánica de sus islas.