La palabra escritora le da demasiado respeto. A Dolores Redondo le gusta más definirse como una novelista. “De las de pico y pala”, aclara. Para ella la escritura es como “la ansiedad del minero, que sigue buscando esa veta buena, pero es trabajosa, abriendo galerías, encontrando pequeños hallazgos que vas apuntalando, pero otras veces, cuando ves que no te lleva a ninguna parte, te obliga a retroceder”.

La 'generación de la enciclopedia'

Muy orgullosa de su familia, de orígenes humildes. Su padre era marino y la familia materna regentaba un pequeño comercio. “Una tienda de ultramarinos de las de toda la vida”, aclara con orgullo. Su familia, que siempre quiso rodearla de libros y cultura. “Soy de la generación de la enciclopedia”, asegura con una sonrisa evocando esos tomos que compraron sus padres a plazos para que tuviera acceso a todo aquello que a ellos les había negado la vida. “Su meta era que estudiásemos, que viviéramos rodeados de libros y de cultura, eso era un mérito que había que buscar y potenciar”.

Con el Premio Planeta ha visto cumplido un sueño. Ya se había presentado en una ocasión pero no era su momento. Su familia lo ha recibido con gran alegría aunque la felicitación que más le ha llenado es la de su hijo de 17 años: “Me dijo lo orgulloso que estaba de mí y que un adolescente te lo diga, es impagable. Ni el premio Planeta ni nada”.

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La mitad del premio, para Montoro

De los 600.000 euros de premio ha tenido que pagar la mitad a Hacienda. Dolores tiene un mensaje muy claro para el recién revalidado ministro Cristóbal Montoro: que lo utilice en pagar profesores, atrasos de funcionarios, médicos u hospitales, pero nada de “otras vainas”. Ella es consciente de la necesidad de que todos paguemos nuestros tributos pero hace un llamamiento sobre el caso particular de los escritores. “Hacienda se lleva el 49% porque se consideran rendimientos de trabajo y la ley es igual para todos. Pero yo al año que viene no voy a tener novela y tampoco la he escrito en este año. No se tiene en cuenta el tiempo en que llevo escribiéndola”.

Tiene además otra sugerencia a Mariano Rajoy o a quien le suceda: “Habría sido muy bonito que hubiera un ministerio de Cultura. A ver si algún gobierno tiene la delicadez de dejarlo en solitario”.

Dolores creció en San Sebastián pero muy alejada del “preciosismo” de la ciudad, en el puerto de Pasajes  y que fue el escenario de muchos de sus escritos sin publicar. “Cuando era pequeña me horrorizaba, lo veía como un sitio vulgar, rudo, huraño, inculto… Pero luego creces y aprendes a ver que hay una potencia en él”. Está convencida de que algún día escribirá sobre esos lugares de su infancia que “aborrecía” y que luego acabó admirando.

Los espacios en los que transcurren sus novelas son importantes. “Te tiene que tocar el corazón”, aclara y a ella le tocan el corazón los espacios difíciles. Si algo tienen en común la trilogía del Baztan y ‘Todo esto te daré’, asegura, es la rudeza del lugar en el que transcurren que ha marcado a sus habitantes de generación en generación.

Curiosamente, en el caso del Baztan sus libros se han convertido en un reclamo turístico. De forma espontánea, nada más publicar la primera novela aparecieron los primeros lectores en el pequeño pueblo de Elizondo (Navarra), donde transcurre la trilogía, para conocer los escenarios principales. "Es una locura maravillosa que me encantaría que se produjera de nuevo con la Ribeira Sacra, un lugar increíble y de gran exigencia que ha marcado a las personas que viven allí desde hace 2000 años, desde la época de los romanos":

A punto de estrenar película

La exigencia de sus paisajes la han sufrido los actores de la película de “El Guardián Invisible”, que se estrenará el próximo 3 de marzo. Está dirigida por Fernando González Molina, que ya llevó a la pantalla la adaptación del libro de Luz Gabás ‘Palmeras en la Nieve’ y con Marta Etura en el papel de la inspectora de la policía foral de navarra Amaia Salazar.

 A falta de ver el resultado final, está muy satisfecha. “El bosque da mucho miedo, lleno de niebla, opresivo…”, comenta sorprendida de la nueva perpectiva que le ha dado la película: “Se ve desde todos los ángulos, imágenes con drones o cámaras con grúas que suben hacia las copas de los árboles, perspectivas del río muy potentes que yo no podía haber ni imaginado”, describe.

Eso sí, aclara que es el punto de vista del director, no el suyo. “Se van a encontrar con una historia muy bien contada, aunque faltan tramas. Para eso ya está la novela”, asegura.

'Todo esto te daré', una historia de codicia, prejuicios y héroes

Vendrán más historias de Amaia Salazar, pero necesitaba darse un respiro y crecer como novelista con otra trama. El resultado fue ‘Todo esto te daré’, cuyo título viene del Evangelio de San Mateo, capítulo 4 versículo 9, cuando el demonio tentó a Jesucristo con todos los reinos del mundo. “Todo esto te daré, si postrándote me adoras”, le dijo.

La novela con la que ha ganado el Planeta es un thriller que transcurre en la Ribeira Sacra. Manuel Ortigosa es un escritor de éxito que se ve obligado a viajar a Galicia para reconocer el cadáver de su marido, Álvaro Muñoz de Dávila, fallecido en un accidente de tráfico. Al llegar allí descubre la doble vida de su marido y a una familia política a la que no conocía que le rechaza. Con la ayuda de un guardia civil retirado, que está convencido de que Álvaro ha sido asesinado, y un sacerdote católico logran desentrañar la verdad sobre su muerte.

Para enfrentarse a esta novela, Dolores ha tenido que cambiar el chip y trasladarse del matriarcado de la trilogía –“que en realidad era el de mi propia familia, una familia en la que todos los hombres eran marinos y las mujeres se enfrentaban solas a todo", matiza-, a un mundo de hombres. Es sobre todo una novela, comenta, contra la impunidad, la mentira, los privilegios y los prejuicios

La amistad entre los tres protagonistas principales es “uno de los valores más chulos de la novela”, explica Dolores. Aunque la relación entre ellos al principio transcurre como un choque de trenes, finalmente consiguen superar sus prejuicios. “La amistad adulta de estos tres hombres es un regalo. En la infancia es fácil, te aceptas y todo funciona pero cuando eres adulto, las cosas no son así”.

Aunque la homofobia está presente en el libro, igual que la codicia, la impunidad o los privilegios, no ha pretendido levantar ninguna bandera. “Es una novela muy emocional y corremos el riesgo de pasar de enseñar un poco de piel a la pornografía pura. Es bastante más hermoso cuando el escritor permanece en un segundo plano y deja que sea la novela la que hable y el lector el que interprete. Prefiero mil veces las cartas del lector, que tener que explicárselo. El novelista no importa”.

A pesar de ello, concluye, es “imposible” que no se noten sus compromisos. “Es una novela heroica, pero no del que salva el Air Force One sino del heroísmo cotidiano”.