Las condiciones meteorológicas de las últimas semanas han propiciado que la campaña de melón y sandía en España comience con un producto de “muy buena calidad”. Las perspectivas, sin embargo, no son buenas debido a la baja demanda de los mercados europeos y a unos precios en origen que no alcanzan para cubrir los costes de producción, según asegura el medio ‘Fresh Plaza’.

A pesar de las buenas perspectivas de calidad y rendimiento del producto, los precios en origen son “muy bajos”, situándose en algunos casos en 50 céntimos por kilogramo, confirma Andrés Góngora al mismo medio, de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultura y Ganaderos (COAG). Además, señala que esta situación complica la sostenibilidad económica de los productores.

Asaja, en Castilla-La Mancha, indica un aumento del 10% de las hectáreas de superficie cultivada de sandía y una disminución en melón respecto al año anterior, aunque la extensión total de ambos cultivos permanece estable, se observan cambios en las variedades plantadas.

En el caso de la sandía, ha perdido superficie la ecológica y la mini e, incluso la negra con semillas, mientras que ha ganado espacio la variedad blanca con semillas. La tendencia se repite en el melón, ya que se sigue fortaleciendo el melón gordo y el melón piel de sapo, destinados al mercado nacional, mientras que se pierde en superficie para la variedad de los melones tipo Galia y el cantaloup.

Además, destaca la notable presencia de melones y sandías importados de países fuera de la Unión Europea, como Senegal, Mauritania, Malí y Brasil. Esto ha limitado la salida del producto nacional hacia los mercados europeos, que prefieren calibres menores a 5 kilogramos. De ahí que estos cuatro países supongan una amenaza para el producto español.

El aviso de Marruecos a España con el melón de 2024

Las tradicionales previsiones de plantaciones de melón señalan que se ha producido un nuevo descenso, este año, en España. En cambio, en Marruecos, la superficie aumenta ligeramente según informa el portal especializado ‘Fres Plaza’.

La previsión para Marruecos este año es de 1.450 hectáreas, lo que supone un aumento de 90 en el país vecino. Sin embargo, aunque las superficies han aumentado ligeramente, los rendimientos han sido hasta ahora bastante bajos en todas las cuencas, entre 15 y 18 toneladas por hectárea como máximo, lo que ha provocado un descenso global del tonelaje.

En el mercado, ya se ha recogido el 70% de la cosecha marroquí de melón: “El gran pico ha pasado. Todavía queda un 40% para Marrakech y toda Kenitra”, según ha explicado al mismo medio la Asociación Interprofesional del Melón (AIM).

Mientras, en España la erosión continúa. El país ha perdido un 40% de su superficie en tres años. Este 2024. La superficie total se estima en 2.750 hectáreas, lo que supone un descenso de 380 hectáreas.

Se trata de una “preocupante tendencia a la baja” para la Región de Murcia y la provincia de Alicante, que han perdido el 50% de su superficie en cuatro años, un total de 2.000 hectáreas este año, con un descenso de 200 hectáreas esta temporada.

Este descenso es “multifactorial”, según el mismo medio, que lo achaca a la fuerte presión sobre la tierra, el acceso al agua, las normas medioambientales más estrictas, sobre todo en las zonas costeras, y un fuerte aumento de los costes de producción.

“El sector del melón en Marruecos y España se encuentra en un punto de inflexión”, añade Myriam Martineau, productora y presidenta de AIM, refiriéndose a la falta de agua y a la prohibición de plantar en Marruecos.

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