Dependiendo de dónde nos encontremos, las unidades de medidas pueden variar y, por lo tanto, será imprescindible saber hacer unos sencillos cálculos. En lo que se refiere a las millas y a los kilómetros, deberán conocerse con precisión la unidad de cada medida.

Una milla equivale a 1,60934 kilómetros, pero el proceso para llegar a esta solución es algo más complejo. Sin embargo, para los españoles será un escenario similar al que ya se enfrentaron con el cambio de la peseta al euro.

Historia de las millas

Los orígenes de esta unidad de medida se remontan a la Antigua Roma, época por las que todas las medidas tomaban sus referencias a partir del cuerpo humano. Cinco pasos equivalían a 1,48 metros y una milla (milia passuum) a mil pasos (unos 1478,5 m).

Posteriormente, en el Parlamento británico en el siglo XVI se estableció la milla terrestre como 5280 pies y a 1760 yardas. Pero no fue hasta la Revolución Francesa que se marcó un orden en este ámbito y que, gracias al consenso de varios expertos ilustrados, se estableció el metro.

Llegando a la actualidad más próxima, Estados Unidos y Reino Unido, a pesar de que aceptaron siglos atrás el sistema métrico, son partidarios de hacer mayor uso de las millas para medir las distancias.

¿Cómo se calcula cuanto es una milla?

Para convertir millas a kilómetros se requiere realizar una multiplicación que permita descifrar cuantos kilómetros se han recorrido, lo que facilita traducir las distancias que se hacen con el tiempo en el que se tarda si el desplazamiento se realiza fuera de España. Siempre debe tenerse en cuenta que una milla equivale a más de un kilómetro y medio, por lo que la diferencia es más que notable.

Expondremos un caso ilustrativo: Si se desea saber cuántos kilómetros son 20 millas, esta cifra se debe multiplicar por 1609, lo que da un resultado de 32.180 metros, que en kilómetros se traduce en 32,18. Por ello, la aplicación a la realidad será que 20 millas equivalen a 32 kilómetros. Este simple cálculo puede aplicarse de la misma manera al ámbito marítimo.

A medida que esta práctica vaya habituándose por parte del usuario, el entendimiento de la traducción de millas a kilómetros, y viceversa, cada vez costará menos trabajo.