El coronavirus ha estado asociado hasta el momento con dificultades respiratorias, ya que el virus afecta principalmente a los pulmones. Sin embargo, algunas investigaciones científicas han demostrado que, además de las vías respiratorias, el Covid-19 tiene la capacidad de propagarse a otros órganos, incluido el cerebro.

Los estudios realizados tras la epidemia de síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en 2003 revelaron la presencia de genomas virales en la corteza cerebral de los pacientes. En individuos infectados con MERS-CoV se observaron lesiones en varias regiones cerebrales, especialmente en los lóbulos frontal y parietal, según se recoge en un artículo de The Conversation, a partir de un análisis publicado en francés en Brain Communications.

La vulnerabilidad del hipocampo

Los estudios en animales evidencian muy especialmente la vulnerabilidad del hipocampo, un área del cerebro que desempeña un papel importante en la memoria y la navegación espacial y que se ve afectada por una infección por coronavirus u infecciones respiratorias.

Los experimentos en ratones infectados con el virus de la gripe revelaron que se producían cambios morfológicos y funcionales en el hipocampo en estos animales, por lo que los expertos se preguntan si en el caso del se observSARS-CoV-2 an estos cambios en el hipocampo de algunos pacientes. Por ello consideran necesario realizar nuevos estudios para encontrar las respuestas.

También habrá que determinar si estos cambios cerebrales podrían acelerar el desarrollo de otras patologías, como la enfermedad de alzhéimer, que se caracteriza precisamente por provocar daños en el hipocampo y deterioro de la memoria espacial.

Los pacientes sometidos a ventilación son los más afectados

El síndrome respiratorio agudo grave, que se produce en los casos más graves de COVID-19 y que requiere ventilación mecánica para ayudar a los pacientes a respirar, plantea también motivo para la preocupación.

Más del 70 % de los pacientes hospitalizados cuya condición requiere ventilación mecánica, a causa de alguna patología respiratoria, ven afectadas sus facultades cognitivas, su capacidad de concentración, su memoria y su fluidez verbal, y esto incluso hasta un año después de ser dados de alta, se afirma en el artículo.

Virus y enfermedades psiquiátricas

Un pequeño estudio, realizado con 40 pacientes sospechosos de estar infectados con MERS-CoV y puestos en cuarentena por este motivo, reveló trastornos psiquiátricos, que incluían brotes psicóticos y alucinaciones en el 70,8 % de los casos. El hecho de que, en esa investigación, todos los pacientes que sufrían dichos trastornos posteriormente dieran positivo en las pruebas del virus (frente a los casos sospechosos que dieron negativo, los cuales no mostraron síntomas cognitivos) apunta a la existencia de un mecanismo viral, apunta la publicación.

¿Un aumento de trastornos psiquiátricos en la población?

Según el artículo, la pandemia de COVID-19 traerá un aumento del número de trastornos psiquiátricos en la población general, debido al trauma provocado por esta etapa. Sin embargo, no se puede descartar que algunos de estos casos hayan sido causados directamente por la infección viral, que habría sido la responsable de los cambios cerebrales, y no por factores ambientales tales como el clima de angustia en el que hemos vivido durante varios meses.

Cada vez hay más pruebas de la capacidad del nuevo coronavirus para propagarse al sistema nervioso central, y parece confirmarse el riesgo de consecuencias perjudiciales para el cerebro a largo plazo.