La Audiencia Provincial de Salamanca ha dictado una sentencia de 25 años de prisión para D.G.M. por el asesinato de una mujer en su propio domicilio en la localidad salmantina de Santa Marta de Tormes. El suceso se produjo después de que el acusado citara a la víctima bajo el pretexto de recibir servicios sexuales. Según se ha informado, el asesino la intoxicó con drogas y alcohol antes de someterla a una prolongada y feroz agresión que culminó con su muerte por ahogamiento en la bañera.
Además de la pena de cárcel, el tribunal ha impuesto al condenado la obligación de indemnizar a los familiares de la víctima con un total de 568.630,4 euros. El veredicto llega tras la deliberación de un jurado popular que, el pasado 25 de septiembre, declaró a D.G.M. culpable de asesinato con alevosía, ensañamiento y desprecio de género.
El crimen se desencadenó tras una cita que se concertó por WhatsApp, donde ambos acordaron encontrarse en la residencia del acusado. Una vez en el lugar, consumieron bebidas alcohólicas y varias drogas, como cocaína, anfetamina, cannabis y MDMA. En un momento dado, el asesino ató a la mujer desnuda a las patas de una mesa del salón, impidiéndole cualquier defensa.
Condena histórica en Salamanca por un brutal asesinato
La situación de indefensión de la mujer fue aprovechada por D.G.M., quien, alrededor de las 02:30 horas, comenzó a propinarle golpes durante aproximadamente 45 minutos. La violencia de los ataques fue tal que vecinos de pisos superiores pudieron escuchar los impactos. Los golpes causaron fracturas cráneales graves y una hemorragia que llevaron a la víctima a un estado de agonía.
Tras la agresión, el asesino contactó a un amigo por teléfono y WhatsApp, enviándole imágenes de la mujer gravemente herida y solicitando ayuda para ocultar el crimen. Sin embargo, su amigo le aconsejó que llamara a la policía. Ignorando el consejo, D.G.M. continuó buscando ayuda entre sus contactos.
Finalmente, arrastró a la mujer hasta el baño, la sumergió en la bañera llena de agua, causando su muerte por asfixia. Tras asegurarse de que la mujer había fallecido, limpió la sangre y las evidencias del lugar. Posteriormente, se presentó en el centro de salud local, alegando que tenía en casa a una persona inconsciente debido a un accidente doméstico.