Un hombre ha sido condenado a 16 meses de prisión por agredir a correazos y obligar a oler heces de perro a su hija de 12 años en Palma.

El maltratador admitió los hechos, que tuvieron lugar en su domicilio, en dos ocasiones, con dos meses de diferencia, tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. El juicio se celebró este jueves en el juzgado de lo penal de Palma.

La fiscal y el abogado de la defensa acordaron que se suspenda el cumplimiento de la pena de cárcel, por lo que el hombreno ingresará en prisión. La sentencia incluye dos años de alejamiento de su hija, con la que sí podrá comunicarse. Sin embargo, esta medida expirará el próximo mes, ya que estaba vigente de manera cautelar desde que el maltratador fue detenido. Además, tendrá prohibido tener y llevar armas durante un periodo de dos años.

Obligó a la menor a oler heces de perro

El primer episodio ocurrió entre agosto y septiembre de 2017 en el domicilio familiar, cuando el padre se enfadó porque un perro que su hija tenía como mascota había defecado dentro de la casa. El acusado se dirigió hacia la menor, la cogió del pelo y la llevó a rastras hasta la terraza. Una vez allí, le acercó la cara a los excrementos del animal y le dijo que debía limpiar inmediatamente el suelo. No consta que en esta ocasión la niña sufriera lesiones físicas, según adelanta el Diario de Mallorca.

Golpeó a la niña con la correa de su cinturón

Unas semanas después, en la mañana del 6 de octubre, el maltratgador golpeó como la correa del cinturón a la niña en el costado, la rodilla y el dorso de la mano izquierda. Este episodio violento causó varios hematomas a la menor, que fue atendida en un centro médico. Tardó cuatro días en recuperarse y afortunadamente no le quedaron secuelas.

La Policía Nacional abrió entonces una investigación, que llegó a la detención del progenitor tres días después. El sospechoso quedó en libertad por orden judicial, pero como medida cautelar se dictó una orden de alejamiento de la víctima, todavía vigente. El hombre tuvo que marcharse del domicilio familiar para no quebrantar esta medida.

La fiscalía imputó al hombre dos delitos de malos tratos a su hija menor de edad y reclamó 20 meses de prisión, la prohibición de acercarse a menos de 300 metros y comunicarse con la víctima durante cuatro años y una indemnización de 600 euros para la niña por los daños físicos y morales que le causó. La madre de la niña ha renunciado de forma expresa a la compensación económica.