El consumo de energía es, a nivel global, la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero procedente de la actividad humana. La calefacción, el aire acondicionado, los electrodomésticos, la luz, la carga de dispositivos… La energía es una necesidad imprescindible en nuestro día a día. Se estima que el gasto energético medio de los hogares en España (en torno a 990 euros anual) representa en torno a la quinta parte del total del consumo en nuestro país, y un cuarto en el caso de la electricidad. Y aunque esta última es considerada una energía comparativamente “más limpia”, su uso indiscriminado tiene un efecto negativo no sólo en nuestros bolsillos sino también en el medio ambiente: desde el uso de recursos naturales, hasta la generación de residuos, emisiones y vertidos, o el ruido y el impacto sobre el paisaje. De ahí la importancia de las energías renovables como alternativa sostenible para abastecer las necesidades de la población y cuidar al mismo tiempo el planeta.

Banco Santander ofrece una serie de consejos para tener un consumo responsable y obtener, con pequeños gestos, grandes beneficios: elegir electrodomésticos eficientes a nivel energético (en España cuentan con un distintivo verde acompañado de una A+++); aprovechar la luz natural y apagar las luces cuando no sean necesarias; reducir al máximo el conocido como “consumo silencioso, es decir, desconectar los dispositivos eléctricos cuando no se usan; aprovechar el calor del cocinado; mantener la vivienda a una temperatura constante (20º en invierno y de 24ºC a 26ºC en verano); y no descuidar la caldera ni los radiadores para evitar una mala combustión o quitar cualquier obstáculo que impida la salida de calor.

Catálogo de productos verdes

Además de estos sencillos cambios de hábitos, el banco ha ampliado su catálogo de productos verdes con hipotecas, préstamos para la compra de coches, fondos de inversión y planes de pensiones. También facilita créditos para impulsar la agricultura baja en carbono o la compra de maquinaria responsable con el medioambiente; la financiación de promociones inmobiliarias con elevadas certificaciones de eficiencia energética; o un leasing fotovoltaico para la instalación de soluciones de autoconsumo tanto para particulares como para empresas. El objetivo es acompañar a sus clientes, tanto empresas como particulares, en su transición hacia una economía más verde.

Recientemente ha lanzado un producto “llave en mano” de eficiencia energética para viviendas. Este servicio comienza con un simulador, gratuito y online, para determinar el tipo de vivienda, las actuaciones que se quieren llevar a cabo y un cálculo automático aproximado tanto del coste de las reformas elegidas como del ahorro energético que suponen, así como las subvenciones que se pueden solicitar y la deducción estimada del IRPF estatal. También incluye tres proveedores diferentes y acreditados – Iberdrola, Effic y Reformanerr- para solicitar presupuestos personalizados. El préstamo es uno de los más competitivos del mercado: hasta 100.000 euros, con un periodo de carencia de hasta 12 meses, un interés fijo del 4%, un plazo de amortización de 7 años y la posibilidad de amortizar de manera anticipada, parcial o totalmente, de forma gratuita.

Según los datos oficiales que maneja la entidad, cerca del 50% de los edificios de uso residencial (9,7 millones de viviendas) es anterior a 1980 y más del 84,5% de los edificios existentes se sitúan en las letras E, F o G, en términos consumo energético, lo que pone de manifiesto el importante potencial de la rehabilitación energética. Asimismo, los edificios que alcanzan la mejor calificación, la letra A, no llegan el 0,3%.

Compensar la huella de carbono

El banco acaba de estrenar una nueva herramienta en su web y app con la que los clientes de la entidad pueden medir su huella de carbono a partir de las compras realizadas con sus tarjetas y recibos domiciliados, pero sobre todo, y aquí estriba la principal novedad, pueden compensarla colaborando de forma voluntaria en distintas iniciativas que tratan de evitar nuevas emisiones o absorber las ya emitidas: generación de energías renovables, conservación de ecosistemas, reforestación de bosques… "La descripción estará detallada, así como el impacto positivo que cada una de ellas genera; todas verificadas por estándares internacionales y revisadas por el banco", señalan desde la entidad. "Gracias a la tecnología blockchain, las transacciones de compensación de carbono son trazables, garantizando su impacto real".

También ha puesto en marcha una iniciativa para reciclar las tarjetas de débito y crédito caducadas y transformarlas en mobiliario urbano. Con la colaboración de la empresa G+D, estos plásticos tendrán una nueva vida y se convertirán en bancos, papeleras o maceteros, que la entidad donará a distintas instituciones públicas para sus ciudades y municipios.

Más financiación para proyectos sostenibles

Banco Santander duplicó el año pasado los recursos destinados a proyectos verdes: 32.300 millones de euros, frente a los 18.000 millones de 2020. Esta cifra incluye la financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos para ayudar a los clientes en su transición hacia una economía de bajas emisiones. Y en los tres primeros meses de 2022 ha sumado otros 3.600 millones y se sitúa a más de medio camino de cumplir su objetivo, en el marco de los ODS de Naciones Unidas, de movilizar 120.000 millones de euros entre 2019 y 2025: ya ha alcanzado 65.700 millonesEl grupo espera elevar este importe hasta los 220.000 millones en 2030.

La entidad es líder en financiación de renovables. En 2021, ayudó a financiar o asesorar nuevos proyectos de energías renovables (greenfield) con una capacidad total instalada de 13,604 MW, evitando la emisión de 251 millones de toneladas de CO2; y contribuyó a la ampliación, mejora y mantenimiento de proyectos de infraestructura de energías renovables existentes (brownfield) con una capacidad instalada total de 1,776 MW. Los proyectos financiados tienen una capacidad de generación de energía equivalente al consumo anual de 9,2 millones de hogares.