Banco Santander ha doblado su apuesta por la financiación verde. La entidad duplicó el año pasado los recursos destinados a proyectos para impulsar la transición hacia una nueva economía más sostenible: 32.300 millones de euros, frente a los 18.000 millones de 2020. Esta cifra incluye la financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos para ayudar a los clientes en su camino hacia un mundo de bajas emisiones.

El banco aporta un dato que permite entender el impacto positivo que tiene esta actividad: sólo los proyectos de renovables financiados tienen una capacidad de generación de energía equivalente al consumo anual de 9,2 millones de hogares. En 2021, la entidad ayudó a financiar o asesorar nuevos proyectos de energías renovables (greenfield) con una capacidad total instalada de 13,604 MW, evitando la emisión de 251 millones de toneladas de CO2; y contribuyó a la ampliación, mejora y mantenimiento de proyectos de infraestructura de energías renovables existentes (brownfield) con una capacidad instalada total de 1,776 MW.

Para acelerar y dinamizar la inversión en proyectos de energías renovables que se encuentran en fase de desarrollo y construcción, la entidad ha creado Santander Green Investment, que ya participa en 9 proyectos de tecnología solar fotovoltaica y eólica en España con una potencia total de aproximadamente 500 MW.

El sistema bancario, que representa dos tercios de la financiación a nivel mundial, juega un papel fundamental en el desafío que supone el camino hacia una economía verde. “La buena noticia es que el mundo financiero global se está movilizando para apoyar la transición”, señaló Ana Botín, presidenta de Banco Santander, durante la XIV Conferencia Internacional de Banca organizada por el grupo el pasado mes de noviembre. Banco Santander ha movilizado en tres años 65.700 millones de euros en financiación verde. Y ya se encuentra a medio camino de alcanzar los 120.000 millones que se ha marcado como objetivo para 2025 en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Incluso va un paso más allá y espera elevar este importe hasta los 200.000 millones en 2030.

Financiación verde
Además, como miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance, el Santander se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050 para apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este reto va más allá de la propia actividad del grupo. También incluye todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece el banco.

El banco anunció el año pasado los primeros objetivos de su hoja de ruta: dejar de prestar servicios financieros a clientes con más de un 10% de ingresos dependientes del carbón y eliminar la exposición a la producción minera de carbón para 2030. En este sentido, la entidad ya está en contacto con sus clientes para analizar y evaluar sus planes de transición. Para los sectores más intensivos en carbono –generación de energía eléctrica, petróleo y gas, minería y metales y transporte–, la entidad ha estado midiendo las emisiones de gas de efecto invernadero de las actividades de sus clientes y su propia participación en las emisiones. Estos sectores tienen más emisiones vinculadas a sus actividades y cadenas de valor y, por tanto, mayor potencial para reducirlas y ayudar a lograr los objetivos.

Tras esta primera etapa, el Santander anunciará a finales de este año nuevos pasos hacia la descarbonización para los sectores del petróleo y gas, minería y metales (relacionados con el carbón) y aviación (de su cartera de transporte). Y en el caso de hipotecas, sector inmobiliario, fabricación de automóviles, préstamos para automóviles, cemento, agricultura y algunos subsectores, antes de finales de marzo de 2024. En todo este recorrido, la entidad acompañará a sus clientes en la transición hacia una economía verde.

Finanzas sostenibles

Además, el grupo ha reforzado su propuesta de valor para llevar las finanzas sostenibles a los clientes minoristas. Así, en productos de inversión, la entidad alcanzó en 2021 los 27.000 millones de euros de activos bajo gestión en fondos ESG y emitió su tercer bono verde, por un importe de 1.000 millones de euros destinados a financiar proyectos eólicos y solares. Recientemente ha lanzado el fondo de capital riesgo Iberia Renewable Energy dirigido principalmente a los clientes más pequeños de banca privada.

También ha aumentado en el último año actividades como la financiación de vehículos eléctricos: 96.112 unidades y 2.633 millones de euros, un 207% más que en 2020. Además, a comienzos de marzo ha firmado un acuerdo de colaboración con Enel, líder en los mercados mundiales de la energía y las energías renovables, para favorecer la transición energética sostenible de sus clientes y desarrollar soluciones personalizadas "llave en mano". El objetivo de ambas entidades es suministrar y financiar plantas solares, baterías de litio y soluciones de eficiencia energética para hogares, pymes y corporaciones.

“Somos un banco responsable que aboga por la sostenibilidad y por la innovación en el uso de las energías renovables. Buscamos soluciones en áreas como la sostenibilidad, la gobernanza y el medio ambiente para ayudar a los clientes en su proceso de transformación hacia modelos más sostenibles y una economía menos contaminante”, señalan desde la entidad. “Hablamos, por lo tanto, de un viaje responsable con el medio ambiente con el que buscamos financiar y asesorar proyectos que aporten valor a la sociedad y contribuyan a la lucha contra el cambio climático, la polución, y el cuidado de los recursos naturales”.