El planeta sigue con su deterioro y, con él, la brecha social para acceder a recursos como el agua o la alimentación en condiciones salubres. Las medidas para combatir esta situación son urgentes, ya que, según las Naciones Unidas, estas permitirían evitar 250.000 fallecimientos más provocados por causas vinculadas al cambio climático. Limitar el aumento global de la temperatura reduciendo el 45% de las emisiones de los gases de efecto invernadero antes de 2035 y rebajarlas a cero en 2050 ha sido el objetivo más repetido en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada este mismo mes en Glasgow.

Y, en este proceso, el papel de las empresas es clave. Muchas de ellas ya han dado pasos en esta dirección y han incorporado los criterios ASG (ESG en sus siglas inglés) en todas sus áreas de negocio. Banco Santander, que se sumó a las voces de la COP26, apoya esta transición hacia una economía verde con la financiación de proyectos en favor del medio ambiente, iniciativas para construir una sociedad más diversa e inclusiva y realizando su negocio de forma responsable.

"Tenemos la responsabilidad y la oportunidad de apoyar la transición ecológica y animar a más personas y empresas a ser más sostenibles”

Desde 2019, la entidad española ha destinado ya 51.198 millones de euros a financiación verde. De esta cifra, 17.427 millones corresponden a los primeros nueve meses de este año, según el último informe financiero de la entidad. “El cambio climático es una emergencia global. Somos uno de los mayores bancos del mundo, con 152 millones de clientes, y por eso tenemos la responsabilidad y la oportunidad de apoyar la transición ecológica y animar a más personas y empresas a ser más sostenibles”, ha señalado la presidenta del grupo, Ana Botín. La entidad tiene el compromiso de alcanzar los 120.000 millones de euros en financiación verde en 2025, cifra que se elevará a 220.000 millones en 2030.

En 2019, Banco Santander se marcó una hoja de ruta con 11 objetivos ASG para cumplir en cinco años, hasta 2025, y, a partir de ahí, acelerar el paso en el recorrido hacia la descarbonización. El pasado mes de febrero, la entidad, miembro fundador de Net Zero Banking Alliance (NZBA), anunció su intención de alcanzar cero emisiones netas de carbono en todo el grupo en 2050 para apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Este reto incluye todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece el grupo. Los objetivos de descarbonización de Banco Santander tienen la primera meta en 2030. Desde ese año, Santander alineará su cartera de generación de energía eléctrica con el Acuerdo de París, dejará de dar servicios financieros a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico y eliminará por completo su exposición a la minería de carbón térmico en todo el mundo. “Estamos financiando la transición verde. Somos líderes globales en financiación de renovables; solo desde 2020, los proyectos renovables que hemos financiado han creado energía suficiente para abastecer una ciudad tres veces el tamaño de Londres”, dijo Ana Botín la pasada semana en el foro organizado por la Banca Corporativa de Santander México.

El grupo ha adoptado compromisos en apoyo de estos objetivos como utilizar fuentes renovables para abastecer el 100% del consumo eléctrico de los edificios corporativos en 2025 (en España ya lo ha logrado al 100%) y eliminar este año el 100% del plástico de un solo uso de sus oficinas y edificios. A finales de 2020, la entidad consiguió ser 100% neutro en carbono en su propia actividad. Además, este año ha emitido su tercer bono verde por importe de 1.000 millones de euros.

A estas metas globales se suman otras acciones locales, como la financiación de parques nacionales en Reino Unido, la reforestación de tres bosques en España, a través del proyecto Motor Verde, y también en España el proyecto Natura para la conservación de bosques, limpieza de playas y ríos. En Brasil, el grupo se ha unido con Bradesco e Itaú Unibanco en una colaboración histórica para promover el desarrollo sostenible del Amazonas.

Como resultado de todas estas medidas, Banco Santander ha sido reconocido como el décimo banco más sostenible del mundo por la publicación del Dow Jones Sustainability Index (DJSI) 2021. Este índice, de referencia internacional, evalúa el comportamiento sostenible del grupo en las dimensiones económica, medioambiental y social. El banco ha alcanzado una puntuación total de 85 puntos sobre 100, situándose en el percentil 97 de todos los bancos analizados. Obtiene altas puntuaciones en todas las dimensiones del índice: económica (percentil 96), medioambiental (98) y social (97). El grupo ha logrado la máxima calificación en diversas áreas evaluadas tan importantes como inclusión financiera e información medioambiental, y ha mejorado significativamente este año en aspectos como capital humano y finanzas sostenibles.

Banco Santander ha formado parte de este índice durante los últimos 21 años, alcanzando últimamente posiciones de liderazgo de forma recurrente. Además, la entidad alcanza buenos resultados en otros índices internacionales que también miden criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo de referencia, como el FTSE4Good Index.

En el plano social, Santander ha ayudado a más de cuatro millones de personas desde 2019 a través de sus programas de inversión en la comunidad gracias a su colaboración con ONGs y otras entidades sociales; ha empoderado financieramente a más de cinco millones de ciudadanos facilitando acceso al sistema bancario, educación financiera y financiación para particulares y pymes con dificultades de acceso al crédito, y ha concedido más de 225.000 becas y ayudas a estudiantes, investigadores, profesionales y emprendedores.