Hace pocos días la actriz y diputada socialista en la Asamblea de Madrid, Carla Antonelli, compartía en sus redes sociales un mensaje en el que mostraba su entusiasmo por participar en el Calendario Escolar Coeducativo 2020-2021 del Gobierno de Canarias

Sin embargo, la tuitera Patri Arcada, profería descalificaciones a la diputada indicando que estaba "okupando un mes que podría haber sido para una mujer canaria", en referencia a la corriente del feminismo que argumenta que reduce a haber nacido con genitales femeninos el ser mujer, excluyendo a las mujeres trans.

El ataque de odio era respondido rápidamente por Antonelli: "Soy mujer y soy canaria hasta el día que inspire último aliento de vida, así reza en mi partida nacimiento, y aunque no constara; pero sinceramente produces mucha pena, una vida cimentada en el odio que te impide el pleno desarrollo y felicidad. Te deseo lo mejor, de corazón". 

ElPlural.com se ha puesto en contacto con Carla Antonelli, que ha restado importancia al ataque diciendo que cree "que hay una página de damnificadas bloqueadas por mí". Y es que los ataques que sufre respecto a su identidad de género no son nuevos; se cuentan por centenas los tuits en los que se acosa a la diputada, quien, asegura, opta por bloquear y no contestar. "Pero este tuit tenía una singularidad. Dibuja y retrata de una forma fidedigna ese odio enconado", lamenta.

"El objetivo siempre fuimos todas las personas trans, y en especial las mujeres trans. Se trata de un acto de misoginia obvia y evidente", dice respecto a esta corriente de opinión que niega que las mujeres trans no sean mujeres. "Con los hombres trans, en proporción, apenas se meten", asegura.

"El debate del género y de lo queer ha provocado esta ola de odio. Aunque tu identidad sea mujer, que te afirmes como tal toda tu santa vida", cuenta, evidenciando lo cansada que está de este tipo de ataques tránsfobos.

Antonelli denuncia un acoso contínuo cargado de delitos de odio: "Atenta a la legalidad vigente, es una clara incitación al odio. Esta batalla la vamos a ganar, así lo atesora la historia, que evidencia que siempre ganan aquellos a los que les quieren mermar los derechos, ya sea más tarde o más temprano".

"Están propagando muchísimo odio y dolor a niñas niños y adolescentes, y esto sí les puede dejar una huella indeleble en su cerebro y en su vida", lamenta Antonelli que añade: "Yo, una persona mayor, ha habido momentos en los que he llorado de rabia, de impotencia, de ver cómo se pretendía dañar de manera gratuita a otras personas".

No es un grupo pequeño

Antonelli denuncia que detrás de este discurso de odio que niega a las personas trans, y especialmente a las mujeres, no hay pocas personas, sino "miles de cuentas virtuales". Por ello asegura que "alzar una bandera de libertad y autodenominarse algo (Feminista) que queda lejos de lo que te autodenominas que eres para cercenar los derechos de otras personas me parece lamentable y contradice los principios de ese movimiento en origen".

"Jamás perdonaré el daño que se está infringiendo a miles de jóvenes, además del odio que están propagando de manera gratuita e innecesaria", sentencia. 

El odio viene también de la izquierda

Este odio, además, no viene solo de la derecha. A su juicio, en la izquierda hay diferentes grupos, "incluso sectores de partidos políticos que nos niegan", explica señalando la sinrazón que se está viviendo.

"La única forma de atajar esto es que la justicia actúe. Hay un código penal de 2015 que en su artículo 510 penaliza por primera vez este tipo de actitudes. No puede ser que si vas a denunciar te digan que es 'libertad de expresión' porque no lo es", recuerda visiblemente enfadada.

Preguntada sobre si le afectan personalmente este tipo de ataques, la actriz asegura que sí, "en la medida en la que se pretende ocasionar daño gratuito". "No me afecta en la medida que me vaya a dejar marcada en los pilares de quién soy yo", relata. "Mañana me voy a seguir mirando en el espejo. Ya tengo una edad como para que eso no me afecte a lo que es mi propia identidad, pero hay otras personas a las que sí".

Volviendo a los más jóvenes, subraya que los ataques provocan "huellas que duran toda la vida" en aquellos que no tienen todavía la suficiente capacidad y madurez como para enfrentarse a ese sector que niega su identidad. Por eso, la diputada asegura que la cuestión está afectando en sus relaciones personales. "Hay personas a las que conocía, que jamás podrán ser las mismas ni tener espacio en mi vida, como lo dejó de tener un sector de mi entorno hace más de 40 años". 

"Cada uno sabrá lo que carga a sus espaldas. No hablan de teorías, sino de personas y seres humanos. De personas que se suicidan", cuenta. "La conciencia es muy fastidiada, y nosotras la tenemos muy tranquila", zanja.