Este lunes la sociedad se conmocionaba al conocer la agresión homófoba que se producía a plena luz del día en el bario de Malasaña. Según ha denunciado la propia víctima, de tan solo 20 años, ocho individuos ataviados con sudaderas negras y pasamontañas le asaltaron cuando se disponía a entrar al portal de su casa. Una vez dentro del portal, le cortaron el labio con una navaja y a continuación, entre insultos de "maricón", "asqueroso" y "comemierda", le empezaron a cortar en un glúteo marcándole con la palabra "maricón".

No es el único caso. Según datos del Ministerio del interior, en 2020 se produjeron 282 denuncias que han llegado a ser consideradas delitos de odio. Un número muy parecido al de 2019, con 283 denuncias que sorprende debido al confinamiento. Según datos axtualizados, las denuncias provisionales interpuestas en 2021 ya superan un 1,3% a las de 2019. 

Una situación que es "insostenible" para las asociaciones y colectivos LGTBI. Así lo denuncia José María Núñez, Presidente de la Fundación Triángulo. "El crecimiento de las agresiones por diversidad sexual y de género se dan porque hay un repunte y una legitimación de determiados discursos lgtbifóbicos por parte de la ultraderecha, en este caso Vox, y personas cómplices que no se oponen a ese discurso", indica.

"Hazte Oir sin ir más lejos han proclamado mensajes contra la diversidad. Luego Vox lo legitima desde las instituciones. El último, Ortega Smith esta mañana en La 1 donde no ha condenado la agresión del chico en Malasaña y ha llevado el debate que esas agresiones las realizan inmigrantes ilegales. Pasan de la homofobia a la xenofobia", agrega.

"Ayuso debería convocar al Consejo LGTBI. Ciudadanos quería tenerlo a punto coincidiendo con el Orgullo, pero Ayuso lo paró. Quiere molestar lo menos posible a quien tiene un discurso discriminatiorio, como es Vox. Es igual de irresponsable. Vox no puede extender ese discurso si no se lo facilias", dice Núñez.

Charlie, portavoz del Movimiento Marika de Madrid, también señala al discurso de Vox como culpable del aumento. "Vemos una vinculación directa. No es solo el discurso de Vox, pero es incendiario. Cuando la ultraderecha entra en el las instituciones y carga contra las minorías, la sociedad carga contra las personas oprimidas", explica.

También critica la postura del PP y más concretamente la del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. "Están dentro del mismo discurso. El único gesto con los colectivos es ir a Chueca a hacerse fotos en locales, como hizo Ayuso en campaña. El colectivo es muy amplio y hay muchas personas con dinero que compran el discurso del PP", denuncia.

Respecto a las palabras de Ortega Smith, el Movimiento Marka de Madrid critica el racismo en su discurso: "No se mira la procedencia del agresor. Los migrantes sufren la misma violencia que las personas LGTB o las mujeres. Quieren creer que hay actores externos porque no quieren reconocer que hay españoles homófobos que nos persiguen y nos matan, como es el caso de Samuel", argumenta.

Por ello, insiste en la necesidad de manifestarse: "Es importante manifestarse. Seguimos recibiendo ataques y nadie hace nada. El salir a la calle lo que tiene de relevante es que la gente se ve, comprueba que no está sola y que hay que seguir adelante, seguir siendo públicas porque salir a la calle es una salida del armario continua".

Iñaki Paredero, secretario de organización de la FELGTB explica que hay que ser prudentes todavía con los datos del Ministerio, aunque es cierto que hay un "aumento de los delitos de odio". "Son delitos contra el colectivo para crear miedo y tienen que ver con los discursos de odio que alimentan diversos partidos que señalan a los colectivos vulnerables y generar odio y distraer la opinión pública, como ha hecho Vox señalando a los inmigrantes como los culpables con las agresiones contra la LGTBIfobia", indica.

"A nivel de la judicatura, hemos pedido una reunión con el CGPJ porque falta formación entre los jueces. Además, en la Policía hacen falta cuerpos especializados. Mucha gente no denuncia porque la policía no ve motivación homófoba a pesar del protocolo que indica los factores de polarización", denuncia.

¿Problemas entre asociaciones y colectivos?

A pesar de lo dramático de la situación, parece que hay problemas con las convocatorias. En primer lugar, COGAM (Colectivo LGTB de Madrid) y KifKif convocaron una manifestación central este sábado a las 19 horas en la Puerta del Sol, unas horas más tarde, el Movimiento Marika de Madrid convocaba otra para este jueves a las 20 horas. Desde ese momento, muchos invitaban a boicotear la primera por contribuir al denominado capitalismo rosa y llegar tarde a las convocatorias.

"Todas las luchas son legítimas", indica Núñez. "Nosotros respetamos la libertar de opiniones, pero con esta situación no podemos mostrar división. Cuando la homofobia escampe podremos debatir y discutir, pero hablamos de gente que ha nacido sin miedo y están empezando a tenerlo. Es una situación muy grave. No lo podemos permitir", explica el presidente de Fundación Triángulo.

Por su parte, el portavoz del Movimiento Marika de Madrid explica que su colectivo es "un movimiento autogestionado, libertario y asambleario". Así, indica que "COGAM no deja de ser una asociación financiada por el Gobierno que tiene unos objetivos que distan de los que tienen los colectivos autónomos LGTB de Madrid".

"No consideramos que haya que hacer un boicot porque es un tema muy delicado, pero COGAM se ha subido al carro tarde. Lo hizo tarde con Samuel y lo han hecho tarde con múltiples agresiones, la ley trans y derechos sociales. No tienen unos intereses cercanos al sentir de la gente de la calle, sino partidistas", opina.

Por su parte, la FELGTB como federación se muestra más cauta. "Cada uno que haga lo que quiera. Sí que creemos que las manifestaciones sean masivas y pedimos a toda la población que se sume. La del sábado, que es la manifestación central, es importante que cuente con gente y que inundemos la calle y mostremos que no tenemos miedo", explica Paredero.

"Los espacios públicos tienen que ser nuestros y pedir a las instituciones mensajes completos. No sirve de nada cabrearse sin tener soluciones específicas y para eso las asociaciones tenemos que estar a la altura", concluye.