José Contreras Arjona, histórico directivo del Barça que falleció el pasado 25 de diciembre y que era el encargado de tramitar los pagos del caso Negreira, facturó al conjunto catalán por una reforma en uno de los accesos al Camp Nou en el año 2014. Ocurrió durante la presidencia de Sandro Rosell, imputado en la causa, y, según publica El Confidencial, en el sumario de la investigación se incluye el cargo que dirigió a la entidad azulgrana en nombre de una de sus sociedades pantallas. Un contrato por valor de 25.410 euros a una de las empresas que Contreras usaba para canalizar los pagos al que en tiempos era vicepresidenta del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, para borrar todo vínculo posible entre el club y la mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio.

En febrero de 2014, el FC Barcelona anunció que acometería una obra para habilitar una nueva entrada principal al Camp Nou, desde la tribuna y por la avenida Arístides Maillol. El club, bajo el dominio de Sandro Rosell en aquel entonces, aseguró que los trabajos costarían un montante total de 1,5 millones de euros, divididos en tres fases. El último tramo estaba aún pendiente de cobro cuando el exdirectivo culé, José Contreras, derivó al club la factura. Según apunta El Confidencial, ésta tiene como concepto “las obras de reforma realizadas durante los meses de enero y febrero en sus instalaciones en zona de acceso” por la citada vía catalana. El precio total ascendió a 21.000 euros y más de 4.410 euros de IVA, lo que probaría, como mínimo, que el conjunto culé permitió a uno de los miembros de su junta directiva lucrarse con un contrato por obras.

La figura de Contreras es clave en la trama Negreira. El directivo falleció el pasado 25 de diciembre, después de varias décadas al servicio de varios presidentes blaugranas. Sus trabajos oficiales se circunscribían al Barcelona B, lo que dotó de un escudo contra el foco mediático que le permitió desenvolver su rol en un discreto segundo plano. Pero ello no quita que sus vinculaciones con el palco del Camp Nou se vieran afectadas ni tampoco limitó sus nexos con la Federación Catalana de Fútbol – que contrató a Negreira tras los amenazantes burofaxes remitidos al club -. Su labor en las operaciones con el ex número dos del estamento arbitral consistía en pagar a los Negreira a través de sus sociedades pantalla. Después, el Barça le devolvía ese dinero además de una comisión extra por los servicios prestados. Al menos ese es el modus operandi que le atribuyen los investigadores de la causa.

La factura está fechada el 7 de abril de 2014  y la remitió a las oficinas centrales del club en nombre de la empresa Radamanto. Según la investigación, esta sociedad está sujeta a las pesquisas judiciales por pagos al excolegiado Enríquez Negreira y a su hijo para obtener un “tratamiento neutral” por parte del estamento arbitral español. La sociedad de Contreras se creó en marzo de 2011 con el objetivo de centrar su acción de negocio en las “actividades de intermediación con valores y otros activos”. Sin embargo, desde junio de 2019 carece de actividad, contando con administradores del ámbito de confianza del propio exdirectivo.

La Audiencia Nacional apunta a Contreras y a Radamanto en otra causa por presunto fraude millonario a las arcas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por más de 22 millones de euros. En esta rama se investiga el uso de parte de esos fondos para sufragar obras de reformas en sedes de la Federación Catalana de Fútbol y de la delegación catalana de la Mupresfe, ambas adjudicadas a empresas del exdirectivo blaugrana. El tribunal estima que el precio de contratación “podría ser muy superior” al estipulado por el mercado con el fin de incrementar, presuntamente, los beneficios para Contreras en detrimento del patrimonio federativo. De hecho, en 2018, en plena explosión del caso Soule, fue detenido por estos asuntos.

Las otras empresas de la trama

La sociedad de Contreras no es la única que se enmarca en el entramado de pagos a Negreira o a su hijo. En agosto de 2014, meses después de la factura derivada por el exdirectivo al propio club, se creó la firma Tresep 2014 SL, creada también por el histórico miembro de la junta directiva, para contratar después a Javier Enríquez Romero, hijo del ex número dos del colectivo arbitral, bajo la presidencia de Josep María Bartomeu. Su cometido sería el de confeccionar informes técnicos arbitrales, una actividad que desarrollaba la empresa del propio Negreira Jr. Soccercam SL, que facturaba a la segunda de las sociedades pantalla de Contreras.

Los dirigentes culés “evitaron a toda costa que Enríquez fuera contratado directamente por el FC Barcelona para no relacionar el apellido con el club”, según consta en la denuncia de la Fiscalía admitida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Como contraprestación, esta sociedad controlada por Contreras abonó la cantidad de 297.085,25 euros a la sociedad de Negreira Jr. entre junio de 2016 y octubre de 2018. En paralelo, el propio exdirectivo emitió facturas al club por un valor de 450.120 euros, de los que 153.034,75 correspondían a su “comisión como intermediario”.