La UEFA entra de lleno en el caso Negreira de manera que el máximo organismo europeo ha abierto un expediente el F.C. Barcelona al considerar que hay indicios que apuntan a una violación del reglamento. Después de que LaLiga, el Consejo Superior de Deportes y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se personaran como acusación particular por el caso que salpica al club blaugrana, solo faltaba el organismo del balompié europeo por posicionarse.

El organismo presidido por Aleksander Ceferin ha tomado ya partido y considera que existen indicios que apuntan a una violación del reglamento, por lo que ha tomado la decisión de abrir un expediente al equipo de la Ciudad Condal.

A partir de aquí, la UEFA ha encargado a su departamento de Ética y Disciplina el caso por una “posible violación de la normativa” por parte del equipo que entrena Xavi Hernández. En la práctica podría conllevar sanciones en el ámbito continental, aunque no es algo que vaya a encontrar el resultado de un día para otro. O eso parece sobre el papel.

El organismo emplaza a su artículo 31.4. del reglamento. Dicho punto del texto otorga la posibilidad al presidente, el secretario general o el Comité Ejecutivo de la UEFA de entrar de lleno en las investigaciones. Por lo tanto, lo más importante hasta el momento es que el organismo continental considera que hay caso.

De esta manera, la UEFA se postula después de que hace un mes enviara un requerimiento a la RFEF “solicitando información completa en relación con este tema”, según apuntó el secretario del máximo órgano del fútbol español por medio de Andreu Camps “solicitando información completa en relación con este tema”.

Un capítulo más

El caso Negreira sigue así cerrando etapas. A la investigación que se ha está realizando en toda España ya se ha unido de forma oficial el máximo organismo europeo. En este sentido, y después de recabar datos de lo que estaba ocurriendo a la propia Federación, ha decidido dar un paso adelante al considerar necesario abrir un expediente ante lo que considera una flagrante “violación del reglamento de la competición por parte del Barcelona”.

La pregunta es qué va a pasar ahora. En todo proceso sancionador de la UEFA, se abre el turno para recopilar información, escuchar alegaciones y emitir después un fallo. A partir de ahí no será demasiado el tiempo en el que se dilate el tema por la relevancia especial que tiene. A partir de ahí, pueden alargarse los plazos reglamentarios entre cuatro y cinco semanas.

El expediente abierto por la UEFA se ha adelantado en el tiempo. Esto es, no tiene nada que ver con la formalización de la inscripción del club catalán y del resto de equipo en las competiciones europeas para la próxima temporada, ya que el proceso no se abre hasta el 1 de junio.

Si se obedece al reglamento de la competición, la UEFA se ha reservado la posibilidad de excluir de sus competiciones a los equipos sin fallo administrativo mediante. Con todo, el escenario está todavía abierto, pues aunque siempre se hable de las consecuencias en una temporada, la vía que ha tomado el máximo organismo europeo es la que tiene que ver con los estatutos propios y no a los de la competición europea.

La RFEF se personó

En una nota oficial, la RFEF informaba la semana pasada de que "ha remitido al director de Integridad de la UEFA el informe del departamento de Integridad de la Federación y toda la documentación que le da sustento al escrito".

La RFEF afirma que "está colaborando desde el primer momento con las autoridades competentes para facilitar al máximo el trabajo a la investigación sobre estos hechos que son anteriores al actual equipo de gestión", aclara.

"La UEFA", añadía la nota, "también ha sido informada de la personación en el juzgado por parte de la RFEF. Al mismo tiempo, se ha trasladado al CSD, con copia al FC Barcelona y al CTA, el mencionado informe elaborado por el departamento de Integridad". El órgano federativo reiteraba su "compromiso incuestionable en este asunto, iniciando una investigación interna tan pronto se supo del caso".

La Federación subrayaba que está "dispuesta a colaborar en todo momento" y "quiere que se llegue hasta el final y pide, a su vez, la serenidad necesaria y aconsejable que contribuya a rebajar el clima de crispación que se ha creado hacia el colectivo arbitral".