Los coches han invadido Barajas. Una vecina define la situación como “exasperante”. ¿El culpable? El Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez. Unas instalaciones nuevas e innovadoras, el quinto aeropuerto de Europa, entre los 30 que más vuelos registra del mundo y el primero de España. Unos galardones que no mitigan sus efectos negativos ni apaciguan los ánimos de los vecinos que colindan con el aeropuerto. Y no nos referimos al ruido, a pesar de que también es un inconveniente, sino a los problemas de aparcamiento que sufre el barrio de Barajas, cuyos vecinos ya no pueden más: “No tenemos sitio para aparcar nuestros vehículos”.

De un tiempo a esta parte, los viajeros han modificado su trayecto al aeropuerto. El camino ordinario incluía trayecto en Metro hasta las instalaciones aeroportuarias. Hasta aquí, nada fuera de lo normal. Sin embargo, tiempo ha, los viajeros han descubierto un nuevo modo y, ahora, los pasajeros van en coche hasta Barajas, aparcan allí y toman o bien Metro o autobús hasta el aeropuerto. ¿La ventaja? Se evitan pagar los costes devenidos de un parking de larga estancia y el trayecto cargando con las maletas es mucho menos pesado. ¿El inconveniente? Que los vecinos de Barajas no pueden aparcar sus vehículos en unas calles abarrotadas.

En verano el problema se agrava ya que el número de viajeros aumenta exponencialmente. Y este verano los residentes ya no pueden más. Hasta tal punto que han cursado una propuesta desde la web del Ayuntamiento de Madrid para que los ciudadanos puedan votar para implantar el sistema de estacionamiento regulado en el barrio del Casco Histórico y Timón (Barajas).

Las obras de la zona agravan el problema

Y es que, el problema se ha agravado en los últimos meses. Una vecina relata a ELPLURAL.COM que “el año pasado ya era complicado aparcar, pero este verano es que es imposible”. ¿La razón? Que no solo aumenta el número de viajeros que aparcan en las calles del distrito 21 -que por cierto, en Internet varias páginas web recomienda este modus operandi- sino que además, se han cercado varias zonas de aparcamiento ya que los espacios se están dedicando a la construcción de viviendas.

Es el caso de una esplanada situada a escasos metros de la estación de Metro de Barajas. El espacio era utilizado por los vecinos para estacionar sus coches. Una opción que ya no existe puesto que se iniciaron unas obras para construir pisos, lo que agravaría aún más el problema puesto que no solo se reducen las posibles zonas donde aparcar, sino que, además, las nuevas viviendas traerán más población y, por inercia, mayor número de vehículos. El resultado es que los ciudadanos deciden aparcar en zonas, cuanto menos, cuestionables (en campos, en aceras junto a árboles o agolpados al pie de las obras).

Coches aparcados sobre unos montículos de tierra al pie de la obra. Fuente ELPLURAL.COM

 

Vehículos estadionados encima de la acera. Fuente ELPLURAL.COM

Coches aparcados en unos montículos de tierra sobre una acera. Fuente ELPLURAL.COM

El debate está en la calle

Da igual el día, la hora y el lugar. Ya pueden ser las 12:00 del mediodía del sábado en el mercadillo o las 18:05 del martes en el Bar de Rafiki, todos los vecinos hablan de lo mismo. “He estado tres horas para aparcar y al final lo he tenido que dejar abajo del todo”. Los problemas para encontrar estacionamiento ya se han convertido en la rutina, pero no todos están a favor de regular el estacionamiento.

Los detractores se apoyan en que para conseguir la tarjeta de residente y evitar pagar, "ya tengo que hacer trámites”. Pero el argumento más utilizado es “si viene mi hijo a verme, como no es rediente, ¿ya tiene que pagar? Pues no lo veo”.

Sea como fuere, en el portal de Ayuntamiento de Madrid hay una propuesta abierta para poder votarla, el debate está en la calle y el problema, también.

Vehículos estacionados en una esplanada a pocos metros del Metro de Barajas. Fuente ELPLURAL.COM