El Athletic de Bilbao ha conseguido imponerse en la final de la Copa del Rey al Mallorca al ganar en penaltis en una final igualada y muy disputada. En Mallorca consiguió adelantarse en la primera parte con un gol de Dani Rodríguez y Oihan Sancet empató el partido en la segunda parte. Más allá del aspecto deportivo, el lugar en el que se ha producido la victoria ha sido importante, ya que se trataba del estadio de La Cartuja de Sevilla.

¿Qué pasa con La Cartuja?

Este edición de la Copa del Rey ha sido un evento deportivo empañado por un escándalo administrativo de gran envergadura. Este caso se remonta a mayo de 2021, cuando la Junta de Andalucía, liderada por Juan Manuel Moreno Bonilla, desvió cinco millones de euros originalmente destinados a la educación pública para financiar obras en el estadio de La Cartuja, en Sevilla. Esta acción ha sido objeto de controversia, ya que los fondos desviados estaban destinados al mantenimiento de colegios y guarderías, generando críticas sobre la priorización de infraestructuras deportivas sobre la educación.

El presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, fue uno de los primeros en denunciar públicamente este desvío de fondos, calificándolo de muestra de insensibilidad y falta de respeto hacia la educación pública por parte del gobierno regional. A pesar de la importancia de mejorar las instalaciones deportivas, se argumenta que estos fondos podrían haberse utilizado de manera más efectiva para abordar las necesidades urgentes de los colegios públicos en la región.

La situación ha vuelto a cobrar relevancia con la figura de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se encuentra en el centro de la atención mediática debido a su presunta implicación en el caso. Tras su regreso de República Dominicana y su liberación a la espera de declaración ante la jueza, el Caso Rubiales ha tomado un nuevo impulso, con investigaciones en curso por parte de las autoridades para esclarecer posibles actos de corrupción dentro de la RFEF.

Este contexto de controversia administrativa ha generado un ambiente de tensión en la antesala de la final de la Copa del Rey, donde el aspecto deportivo del encuentro se ha visto eclipsado por las repercusiones políticas y éticas de los desvíos de fondos y las presuntas prácticas corruptas. 

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