El próximo miércoles 19 de junio se vota el Consejo de la Policía, unas elecciones que se celebran cada cuatro años en las que se elige a los representantes de este órgano.

La votación se realiza de forma electrónica en las distintas comisarías del país habilitadas para ello y cada funcionario vota su escala.

Para la Agrupación Reformista de Policías (ARP) son sus primeros comicios y resultan claves, ya que solo al adquirir representación “eres representativo” explica su coordinador general, Luis Miguel Lorente, “una condición sin la cual te encuentras con muchas dificultades para ejercer la labor sindical”.

Esta organización nació en 2016 con una propuesta innovadora que pretende implantar un modelo distinto, tanto sindical como de seguridad. Su objetivo es “cambiar la policía a mejor, mantener lo que está bien y acabar con lo que no”; y hacerlo desde el “buen talante”.

A lo largo de este tiempo no les ha resultado nada fácil. Han tenido, incluso, problemas para colocar sus tablones en algunas comisarías.

Se enfrentan a los grandes sindicatos tradicionales, y estos “temen una voz distinta, sindicalismo reivindicativo del de verdad”, apunta Lorente.

Frente a ellos, las organizaciones más conocidas, algunas de las cuales como el SUP, que hace pocos meses estuvo en el punto de mira por la fotografía que su secretaria general se tomó con Vox en la concentración de las derechas en la Plaza de Colón en Madrid, ofrece a sus ‘simpatizantes’ nada más y nada menos, que un altavoz inteligente. “No es nuevo”, denuncian desde ARP. “En casi todas las elecciones los sindicatos tradicionales han hecho regalos justificando que así aseguraban la participación”, destacan. Sin embargo, la presión de las organizaciones emergentes ha hecho que este año se haya roto esa tendencia. “Solo el Sindicato Unificado de la Policía se ha atrevido con esta práctica irregular”.

Desde la Agrupación Reformista de Policías animan a sus compañeros a “descartar las opciones que utilizan este tipo de argucias y a apostar por el cambio”. “Estamos ante una oportunidad única”, subraya Lorente. “Hay una opción verdadera de innovación”.

Están satisfechos con la labor realizada. Han conseguido “estar presentes en todas las dependencias del país” y las sensaciones “son muy buenas”. Se han encontrado con compañeros que no les conocían, pero también con quienes les han felicitado por lo que han hecho.

Desde que ARP echó a andar ha efectuado múltiples denuncias, tanto públicamente como en los tribunales. No les ha temblado el pulso a la hora de denunciar la forma de proceder de determinados altos cargos, como el “autoritarismo castrense”, del Jefe Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, José Javier Cuasante, que ‘obligaba a los agentes a que le llevasen el periódico, y prácticas cuestionables como que se haga desfilar a la policía el Día de la Hispanidad o la forma en que se conceden las medallas al mérito policial.

Llevan años pidiendo la destitución del comisario provincial de Alicante, Alfonso Cid Alguacil, contra quien hace pocos días volvieron a manifestarse.

Sus acciones les han traído consecuencias. Actualmente su coordinador general, quien ha sido, incluso, intimidado con un revólver por un inspector, y que nunca ha tenido problema alguno a lo largo de toda su trayectoria profesional, tiene tres expedientes abiertos por parte del comisario Cid Alguacil. 

Pese a todo, siempre ha reiterado que ninguna represalia le haría cambiar de opinión y de lucha. Y así ha sido. Ahora, afronta al frente de ARP estas elecciones, en las que, insiste “hay posibilidad real de cambio”.