Si esa noche me dicen que una joven me acusa de violación, me presento en comisaría”. Así comienza su relato Alves a través de una llamada telefónica en la prisión de Brians. Otro de los titulares que deja la entrevista es el siguiente: “No se si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono”, dice Dani Alves sobre su versión.

Todo se remonta a la noche del 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona. Una joven de 23 años se dirige a los vigilantes de seguridad para alertar sobre los hechos: una agresión sexual. El presunto autor del delito sexual, el jugador del FC Barcelona, Dani Alves. Hasta entonces, las últimas novedades del caso Dani Alves habían derivado desde el plano jurídico. Desde los reiterados cambios en su versión sobre los hechos hasta el posible riesgo de fuga para instalarse en su país, en Brasil y huir de la Justicia española.

Alves lleva desde el 20 de enero en la prisión Brians 2 de Sant Esteve de Sesrovires. El jugador se mantiene en privisión provisional tras rechazar los magistrados su último recurso para permanecer en libertad hasta la fecha de su juicio cuando se celebrará entre octubre y noviembre. Ahora, el deportista ha dado su versión en una entrevista a La Vanguardia. Lo ha hecho a través del locutorio número dos del módulo de comunicaciones de Brians.

“Me he decidido a dar esta entrevista, mi primera entrevista desde que estoy aquí para que la gente sepa lo que pienso. Que conozcan la historia a partir de lo que yo viví aquella madrugada en aquel baño. Hasta ahora se ha explicado un relato muy asustadizo de miedo y terror, que nada tiene que ver con lo que pasó ni con lo que yo hice”, comienza el exdeportista sobre su versión de la historia.

Alves cuenta que todo fue pactado

El acusado de agresión sexual indica que mantuvieron relaciones sexuales pactadas en el baño porque “todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo”. “Esa madrugada, cuando la mujer con la que tengo el problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato junto a mi mesa. No estoy mucho tiempo porque era tarde. Estoy con mi amigo Bruno y se me acerca otra gente antes de irme”, narra.

Todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo

En su versión el ex del Barça aclara que no vio a la joven llorar y que “si la hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué pasaba”. “Y en ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque una joven aseguraba que yo le había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado”, apunta.

De hecho, este punto es uno de los más comentados sobre el caso Dani Alves. En el momento en el que la joven alertó a los vigilantes de seguridad, los trabajadores del local no la dejaron sola ni le preguntaron detalles de ningún tipo en cumplimiento del protocolo ‘No Callem’ acordado entre el Ayuntamiento de Barcelona y varias salas de ocio nocturno como esta mientras esperaban la llegada de la policía autonómica.

Alves dice que se enteró de la denuncia al día siguiente

Tras estas declaraciones, Alves asegura que una vez abandonado el local, el jugador desconocía los hechos y tuvo conocimiento de esta denuncia tan solo el día siguiente, según relata en esta versión dada a conocer por la prensa mediática. “Creo que fue al día siguiente porque a mí allí nadie me dijo nada. Salí del Sutton tranquilo. Llegué a mi casa. Me duché porque mi mujer ya dormía y me avergonzaba de la infidelidad. Me enjaboné con rabia. Me acosté en otra cama. Regresaba a México a los dos días para jugar y en algún medio de comunicación se publicó que una joven acusaba a Dani Alves de agresión sexual”, explica.

En ese momento, el exfutbolista narra que llamó por teléfono a su abogada, Miraida Puentes. “Ella consultó con los Mossos y en los juzgados y me aseguró que no había ninguna denuncia y que podía viajar y salir de España con total tranquilidad. Por eso me fui”, cuenta. Alves también explica que se siente decepcionado con el personal de la discoteca Sutton, pues sigue sin entender por qué actuaron en su contra. “Conozco a todos los empleados. A todos. A los responsables de la sala, camareros. A todo el mundo. Y creí que me apreciaban, de verdad; mi comportamiento ha sido ejemplar y por eso que les conozco desde hace tantos años, sigo sin entender cómo actuaron esa madrugada”.

Pedir perdón a su mujer, Joana Sanz

Pedir perdón a la única persona a la que tengo que pedir perdón, que es a mi mujer, Joana Sanz, la mujer con la que me casé hace ocho años, con la que sigo casado y con la que espero seguir viviendo toda mi vida”, relata Alves sobre su principal motivo para realizar esta entrevista. Joana Sanz decidió mantenerse a su lado tras su detención, sin embargo, parece que la pareja está en su mayor punto de crisis e inestabilidad, pues todavía no han comenzado los trámites de su divorcio a pesar de la carta que escribió cuando se enteró del caso. “Aquí está una mujer fuerte que pasa a la siguiente etapa de su vida”, decía en una carta suya escrita por su “puño y letra”.

“Ya le pedí perdón personalmente aquí, en prisión, pero debo hacerlo públicamente, porque la historia es pública, la ofensa es pública y ella merece esas disculpas públicas. Han sido, están siendo y serán días muy duros para ella. Le agradezco todo lo que está haciendo por mí. No es fácil su papel”, cuenta. “La quiero y este tiempo en prisión he pensado mucho en nuestro matrimonio. Tengo la certeza de que no me equivoqué la elegir a Joana como mujer, aunque quizás ella sí se equivocó conmigo”, declara.