Los alumnos de primero de carrera de los grados de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense están viviendo unos primeros días nada casuales. El exceso de matriculados ha provocado que la facultad retrase el inicio del curso, avisándoles con apenas unos días de antelación y provocando el caos en buena parte del alumnado que no se había enterado de que su formación arrancaría más tarde, una vez repartidos los espacios y los turnos.

Fue el pasado jueves, 7 de septiembre, cuando la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid avisó a través de sus redes sociales del imprevisto. A través de un breve comunicado colgado en la página web del centro se avisaba a los alumnos de que tendrían un mayor tiempo de descanso debido a la alta matriculación. Por el momento, los alumnos desconocen cuándo arrancarán las clases.

“Debido a la alta matrícula en los Grados de Enfermería, Fisioterapia y Podología curso 2023-24 y por redistribución de espacios y recursos se suspende el comienzo de las clases de primer curso de los tres grados, fijadas inicialmente para el día 11 de septiembre. Esta Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología, una vez solventadas las incidencias comunicará a través de la página web y por correo electrónico la fecha de inicio del curso académico”, explicaba el comunicado.

El diario El País ha conseguido hablar con varios alumnos de estos tres grados universitarios. En su mayoría, prefieren no dar su nombre por las posibles represalias que puedan sufrir: “Nos dijeron que habían tenido mucha demanda este curso y que había el doble de alumnos”, explica una alumna, que cuenta, además, que se enteró del retraso del inicio del curso escolar el pasado jueves en la jornada de puertas abiertas que la Complutense organiza para los alumnos de primero.

“Nos han dicho que nos reorganizarán entre los turnos de mañana y tarde, pero que todos nos quedamos. Han tenido medio verano, porque la admisión se hizo el 15 de julio y hasta el jueves no nos dijeron nada”, denuncia, poco después, un estudiante de enfermería, que con sus palabras explica la falta de previsión de una facultad que trata de hacer lo imposible por recolocar a los alumnos tras un exceso de matriculaciones que no debió producirse.