Este jueves el expresident catalán Carles Puigdemont era detenido en la localidad italiana de Alguer -después fue puesto en libertad- cuando parece, intentaba participar en el Aplec International Adifolk. Lo cierto es que resulta bastante simbólico que el político fuera encontrado por las autoridades en este municipio, debido a la historia que tiene tras de sí. 

Alguerés: núcleo de unión entre Alguer y Cataluña

En la localidad de Alguer se han celebrado diferentes eventos relacionados con el catalán y la lengua y cultura catalana, el Aplec International Adifolk es solo uno de ellos. Alguer es una pequeña ciudad de piedra y mar, preciosa y situada al noroeste de Cerdeña. Por su tradición, es considerada el país catalá de la isla. 

Seguramente lo que más les une con Cataluña es la lengua; pues en el lugar se habla un catalán que puede calificarse casi de medieval y que se mezcla con el sardo. El alguerés o catalán sardo fue prohibido por Mussolini durante los años que este tuvo el poder de Italia. Sin embargo, el dictador terminó cediendo gracias al militar e intelectual Gabriele D’Annunzio, próximo a Il Duce.

Conquista de Alguer

Los catalanes-aragoneses conquistan al principio Alguer y toda Cerdeña, en realidad. En un primer momento el Reino de Aragón impone su ley y con ella algunas normas como, por ejemplo, que los catalanes que llegaban a la localidad tenían prohibido casarse con mujeres que fuera de otros puntos de Cerdeña. 

Con la unificación en España de las colonias de Castilla y Aragón llega la visita del emperador Carlos V en 1541, quien dice unas palabras que todavía hoy se mantienen como emblema de la ciudad: "Bonita, por mi fe, y bien asentada". Con esta frase da por concluidos días de saqueos sobre el municipio.

Situación actual de Alguer

¿Os suena 1714? Es el año en que los catalanes, especialmente el núcleo independentista, basan su festividad de la Diada; ya que fue entonces cuando finalizó la Guerra de Sucesión española, concretamente el 11 de septiembre. En ese año la isla pasa a dominio austrohúngaro. Hasta entonces el control era español, pero el amor por el catalán y la importancia de este siguen siendo significativos. 

Dentro de Cerdeña se hablaba, entre otros idiomas, el catalán y el latín. Sin embargo, las personas más humildes hablaban sardo y para comunicarse con las autoridades empleaban la lengua franca. La lengua propia se afianza más si cabe en Alguer, al tratarse un rincón escondido para muchos y que apenas tiene población.

Actualmente, Alguer guarda un gran vínculo con Cataluña. Además de la celebración de eventos que hemos mencionado, esta relación se aprecia con claridad en el nombre de las calles, la gastronomía y un largo etcétera. Tanto es así que en 2009 el entonces vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, otorga una sede a sede permanente del Gobierno catalán para potenciar el encuentro lingüístico.

Recuperar la identidad

La población de Alguer busca recuperar su identidad a través de la lengua catalana. Los más jóvenes ven en el catalán un factor de diferenciación con el resto de lugares de la isla, potenciado por la inversión de la Generalitat en la ciudad durante los últimos años. 

No obstante, y tras la muerte del padre Nughes -sacerdote que cada clases de alguerés y potenciaba el uso de la lengua- parece complicado que esta lengua se mantenga y, si lo hace, será de manera muy minoritaria.