En los últimos años es ha multiplicado de forma exponencial el número de embarcaciones recreativas y artefactos a motor que circulan por el litoral de nuestro país, hasta el punto de que en algunos lugares como las Islas Baleares puede llegar a ser toda una aventura bañarse.

A juicio de muchas entidades ecologistas, esto está teniendo un fuerte impacto sobre los ecosistemas marinos costeros, además de estar instensificando la presión sobre quienes disfrutan del mar de forma más sostenible y vulnerable como bañistas, practicantes de snorkel, buceadores y usuarios de kayaks y paddle surf. 

El exceso de velocidad durante la navegación, los comportamientos incívicos y la masificación y sobreocupación de calas y zonas de baño no balizadas han hecho aumentar las molestias, los accidentes y la inseguridad; y a esto se suman los problemas que está generando el fondeo sobre algunos hábitats y especies sensibles.

Por todas razones, más de una decena de asociaciones se han unido en la elaboración de un manifiesto solicitando medidas urgentes al respecto y la actualización de unas normativas que, indican, "han quedado obsoletas, ante los profundos cambios y nuevos desafíos que afrontan nuestras costas". 

"Es urgente y necesario actualizar el marco regulador para adaptarlo a la realidad actual y garantizar un uso sostenible, justo y seguro de nuestro litoral", subrayan las entidades firmantes: Alianza Mar Menor, Ecologistas en Acción, Fundación Juan Tábara, GEN-GOB, GOB Mallorca, GOB Menorca, Mallorca Blue, Pacto por el Mar Menor, Salvemos Calblanque, SOS Costa brava y SOS Mar Menor.

"Solicitamos una modificación modificación del Reglamento General de Costas y de la Ley de Navegación Marítima con el fin de reforzar la protección de los valores naturales y patrimoniales, y asegurar que cualquier uso o práctica en el mar respete estos principios y el acceso igualitario a estos bienes comunes", insisten,  añadiendo que "debemos garantizar el cuidado de los valores naturales del litoral estatal y el disfrute a todas las personas sin molestias, ni peligro".

De reducir la velocidad a exigir titulación

El texto recoge un total de cinco medidas: 

  1. Reducir la velocidad costera: El manifiesto reclama que se limite a tres nudos la velocidad en los primeros 300 metros de costa para evitar molestias como el oleaje y ruido constante y aumentar la seguridad por colisión y accidentes para las personas que practican actividades más vulnerables, como bañistas, nadadores, snorkels, paddle surf, kayaks. Actualmente la normativa solo limita la velocidad a 3 nudos en las "zonas de baño no balizadas", es decir, 200 metros en playas y calas y 50 metros en el resto del litoral. A partir de esta distancia no existe límite de velocidad. 
  2.  Regular el fondeo en las zonas de baño no balizadas: En este punto recalcan la necesidad de establecer una pequeña franja segura y libre de fondeo para evitar grandes concentraciones de embarcaciones, que acaban generando molestias e inseguridad. "Prohibir el fondeo a menos de 50 metros de playas y calas no balizadas, y a menos de 20 del resto de litoral no balizado establecería un espacio adecuado donde poder practicar las actividades más sostenibles", indican.
  3. Cartografía marítima de hábitats protegidos. Las entidades firmantes del texto piden que sea obligatorio el uso de cartografía que indique dónde hay fanerógamas marinas. Para ello proponen emplear sistemas GPS plotters o aplicaciones móviles que permitan conocer los hábitats de este grupo de plantas con especies altamente protegidas por leyes y convenios internacionales y nacionales, desde finales del siglo pasado. "Aunque existe esta protección sobre el papel no se ha trasladado al terreno", reconocen estas asociaciones ecologistas, que aseguran que esto ha provocado un grave deterioro y retroceso de estos hábitats, que son "clave en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el deterioro de nuestras playas y costas, así como para el futuro de nuestra seguridad alimentaria". Del mismo modo, reclaman  un sistema de sanciones ágil, ejemplar y realmente efectivo y disuasorio para quienes fondeen en zonas prohibidas y debidamente señalizadas o cartografiadas. 
  4. Recursos y mecanismos de control: Para poder articular las labores de vigilancia y hacer cumplir la normativa, las entidades firmantes solicitan más recursos, tanto humanos como tecnológicos, especialmente durante los meses estivales, cuando la presión sobre el entorno se intensifica. "Estas dotaciones deben orientarse a reforzar la seguridad, asegurar el cumplimiento de la normativa vigente y proteger, tanto a los bañistas, como a los ecosistemas marinos", afirman, haciendo énfasis en que de no ser así "las normativas tendrán poca o ninguna efectividad". 
  5. Titulación obligatoria: Por último, el manifiesto reclama que para poder manejar cualquier embarcación o y arfecto a motor se exijan titulación y conocimientos al respecto, y por tanto, que se anule  la excepción que permite navegar sin título embarcaciones de hasta 5 metros de eslora y 15 cv, según recoge el Real Decreto 875/2014.

Estas asociaciones ya han hecho llegar sus peticiones a las distintas administraciones responsables, entre ellas, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) y la Dirección General de la Marina Mercante. Asimismo, han elaborado un vídeo de concienciación que recoge la exposición de motivos y las propuestas descritas.

 

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