Cristóbal Martell es desde este martes el abogado de Dani Alves. El mismo letrado que sostiene que el ecologismo y el feminismo tienen una voz penal "más allá de lo razonable" será el encargado de defender al brasileño al ser acusado presuntamente de haber cometido una agresión sexual a una joven en una discoteca en Barcelona el pasado 30 de diciembre.

El abogado elegido no es un hombre cualquiera. Es uno de los mejores abogados penalistas en España, habiendo defendido de Messi a Lapuerta, acumula una larga lista de declaraciones donde asegura que todo es defendible y se sitúa en contra de las víctimas.

"Situar a la víctima en el eje del sistema para darle satisfacción, gratificación y hasta un consuelo seguramente merecido está distorsionando el sistema de garantías", indicaba Martell en una mesa redonda organizada por la Fundación Acuorum y que ha sido desvelada por el periodista Joaquín Castellón en laSexta Clave. Martell sostiene también que su trabajo no promueve "una sociedad mejor" y que nadie cree ya en el derecho y la "resocialización" de los presos.

"Asistimos a algo tremendo, que son los nuevos gestores de la moral social colectiva", indica Martell en el mismo foro. "Ecologistas, consumidores, vecinos, feministas.. Todos colectivos entrañables con intereses loables, dignos de la máxima tutela, pero que están adquiriendo en el sistema penal una voz más allá de lo razonable".

Según el citado programa, Martell busca siempre "la grieta legal" para defender a sus clientes y realizar una "lectura amable de los hechos". Es decir: leer la realidad a "su manera".

Los testigos coinciden en la versión de la víctima

A las cámaras de seguridad de la discoteca y las declaraciones de la chica presuntamente violada, que ha renunciado a cualquier indemnización por parte del ex del Barça, se suman los testigos. Tal y como ha publicado este martes el diario La Vanguardia, las dos jóvenes que acompañaban a la víctima, su prima y una amiga de ambas, resultan especialmente relevantes para elaborar una sentencia definitiva.

El medio previamente mencionado explica que las declaraciones de estas dos testigos coinciden con la versión de la víctima. Según han relatado a las investigadoras, Dani Alves las habría manoseado con violencia durante buena parte de la noche con violencia, forzándolas a poner sus anos en sus partes íntimas pese a la incomodidad flagrante que esto les ocasionaba.

Estas declaraciones echan más leña al fuego e inclinan la balanza en pro de la versión de la víctima. Las incongruencias en la primera declaración de Alves tampoco gustaron a la jueza, siendo este uno de los motivos por los que decidió su ingreso en prisión sin fianza. Concretamente, la víctima detalló con minuciosidad el tatuaje que el ex del Barça tiene en su ombligo.

Este parece un detalle menor, pero choca con la declaración del jugador: Alves señaló, en primera instancia, que él estaba haciendo sus necesidades en el baño cuando la presunta víctima entró tratando de realizarle una felación. Cuando la jueza le explicó que en esa situación la víctima no podría haber visto su tatuaje, él cambió la versión, asegurando que se levantó, permitiendo el visionado de este tatuaje.

Por el momento, los investigadores abren varios frentes de investigación. Además de las declaraciones y versiones de la víctima y el acusado, especialmente relevante es el visionado de las cámaras de seguridad de la discoteca y el protocolo de actuación abierto por el propio jefe de seguridad de la misma.