El nuevo gobierno, siguiendo la senda de sus antecesores y copiando del propio programa de Rubalcaba, ha anunciado que tiene el propósito de luchar contra el fraude fiscal, aunque no nos ha dicho cómo, que es lo más importante para cumplir su compromiso. Por lo que no estaría de más sugerirles algunas medidas que deberían de adoptar de inmediato:

-1ª) Recomendar al PP que expulse del partido a cuantos militantes han sido acusados formalmente por defraudar al fisco y están actualmente investigados y pendientes de juicio. Como ejemplo notorio podemos referirnos Carlos Fabra, acusado de cinco delitos fiscales, a pesar de lo cual es persona de la máxima confianza de Mariano Rajoy.

-2ª) Una modificación inmediata del delito fiscal, endureciendo las penas y aumentado el plazo de prescripción de cinco años para evitar que la mayor parte de los defraudadores se salgan de rositas, dada la complejidad para investigar este tipo de conductas que en muchos casos se denuncian demasiado tarde. En este sentido debemos de recordar que los socialistas propusieron aumentar el plazo de prescripción a diez años en la última reforma del Código Penal, si bien se mantuvo en cinco por las presiones de los conservadores.

-3ª) Aumentar los medios humanos para investigar este tipo de conductas. No se comprende que existan unos 27.000 funcionarios para perseguir el fraude fiscal, se vaticine una reducción de unos 3.000 en los próximos años por jubilaciones, y tan solo se tenga previsto reponer el 10%. Por este camino, cuando acabe la legislatura serán tan solo poco más de 24.000 funcionarios los que cumplan este cometido, frente a los 150.000 que dedica nuestra vecina Francia, con resultados altamente positivos.

-4ª) Y como última medida complementaria una campaña encaminada a concienciar a los ciudadanos para que cumplan sus obligaciones ante el fisco. Aunque los tics infractores heredados del franquismo pesan todavía mucho para olvidarnos de nuestra falta de solidaridad en esta materia.

Le deseo la mayor suerte al gobierno, aunque solo con palabras no lograrán acabar con el fraude fiscal, y tengo muy serias dudas de que realmente quieran hacerlo.

Fernando de Silva es abogado y autor del blog SInLaVeniA